viernes, 5 de octubre de 2012

Cap. VI – Corazón abierto 2da. Parte

Voces en el Silencio


Mekare se despertó sobre un lecho tan blando y suave que parecía estar en una nube, cubierta por mantos color rojo escarlata tan suaves que causaba que su piel desnuda se avergonzara un poco, la luz del sol del sol de la tarde entraba por una enorme puerta frente a ella que eran tan grande que llegaba hasta el techo y este tenia miles de talles pequeñísimos de cristal y metal,  una suave brisa salada entraba a la habitación que hacían ondear unas cortinas que  colgaban desde el techo; delgadísimos boradas con hilos formas muy complejas y hermosos, se levanto y enrollo los mantos alrededor de su cuerpo ya que por alguna razón sus ropas no estaban, salio por la puerta de cristal a un enorme balcón que le mostraba una metrópoli de estructuras: una después de otra compitiendo entre ellas en extravagancia  hasta donde sus ojos alcanzaba a ver rebosantes de vida humana, hombres y mujeres vestidos un poco raro para su gusto aunque se veían muy exóticos con colores en sus rostros y ropajes que resaltaban sus atributos viajaban en pequeñas barcas conducidas por hombres por un timón que se deslizaban sobre canales de agua que hacían de calles. 
Regreso su mirada y el edificio de donde había salido era enorme con un sin numero de ventanales hecho por una material conocido por ella, mármol muy difícil de conseguir y pulir, todo estaba revestido por el mas fino y elaborado, se fascinó al tocarlo, adentro escucho bullicios de muchas personas, puso su atención en que no tenia idea de donde estaba este lugar, regreso a la habitación y por una fracción de segundo pudo notar cuando entraba que alguien flotaba ha su derecha cuando miro bien ya no había nada, tenia una leve idea de lo que pasaba pero no tenia fundamento alguno, asi que se dispuso a buscarlo, porque él debería estar cerca, salio de la habitación y se encontró pasillos y pasillos con enormes puertas y personas que iban y venían  agitadas hablaban un idioma extraño para ella pero trato de analizarlo, pero se resigno a su comprensión el poder de las lenguas debería estar perdido en alguien mas.

Ella seguía admirando cada cosa mientras avanzaba en la inmensa "palacio" una habitación llamo su atención una en la cual estaba cerrada. Pero al no tener un cuerpo que le impidiera entrar, paso libremente a través de la puerta era uno de los salones mas suntuosos y desordenados que hubiera visto, pintura regada fuera de sus frascos, en el piso pinceles tirados por allí y por allá, lienzos de telas muy finas rotos, marco de madera ya no utilizadas y en las paredes colocados uno sobre otro una cantidad de cuadros enorme, cada uno ilustraba escenas sorprendentes pero extrañas para ella, tanta realidad solo podía ser captada por los ojos de un inmortal con un corazón sensible, en una esquina había un cuadro muy grande en el cual estaban plasmados Marius como un Maestro y su alrededor muchos jóvenes que prestos a devorar cada conocimiento que saliera de el,  esto le termino de confirmar que debería ser su casa, no solo su casa, su hogar. 

Al lado en la otra habitación un barullo de jóvenes voces todos varones de distintas edades llamo su atención, ella atravesó la pared las siguió y entro a un enorme salón mas grande que el anterior, allí había muchas mesas las cuales contenía frascos de formas hermosas hechos de arena sometida a grandes temperaturas y dentro contenía agua de colores, cada chico preparaba  componentes para crear los mas interesantes colores, Mekare uso el único poder que poseía para ver en sus mentes a pesar de no poder comprender sus palabras podía comprender su lenguaje del corazón como lo llamaba Cristóbal, paso por en medio de ellos y se dejo llenar por sus pensamientos de tranquilidad y felicidad, Mekare se acero a uno de ellos que hacia una preparación olió un frasco de color rojo intenso que tenia en sus manos pudo encontrar sustancias conocidas como yema de huevo, otras basadas en hiervas y aceites de frutas ácidas. De pronto un anciano muy bien vestido entro por la puerta llevando a uno de los pequeños consigo les dijo algo y todos se apresuraron a sus quehaceres esperaban alguien importante.

Siguió al anciano fuera de la habitación, este les daba indicaciones a cada uno de las personas, dejando la casa deslumbrante al parecer iba a haber un evento, recorrió casi toda la casa con él, sorprendiéndose de cada cosa que en ella había, bajo las escaleras apresurado, alguien tocaba a la puerta, al abrirla una joven mujer entro por ella era radiante en belleza pero su interior era misterioso, había una coraza en su mente aunque fue fácil ver que ella solo tenia una idea consigo, complacer el señor de la casa y su aprendiz, la palabra mago pudo comprenderla muy fácilmente era una palabra tan etérea, la joven traía consigo una gran cantidad de personas que llevaban toda clase de cosas sobre todo flores, pero ahora fue ella quien llamo su atención y le siguió esperando poder encontrarlo a él en aquella inmensa casa.

Ella fue por uno de los pasillos del primer piso y en una gran cámara tan grande como la suya dentro de la pirámide pero soberbia en cuanto a luz y formas ordeno dejar una gran cantidad de flores de formas exquisitas en el centro mando a colocar un cuadro enorme en el cual estaba plasmado un jovencito de cabellos cobrizos rizados con alas negras rodeados de mas criaturas semejantes a él pero nunca con su belleza con sus manos unidas exclamando al parecer una plegaria, era muy hermoso aunque había algo en el que la hacia sentir melancolía, ambas observando el cuadro largamente Mekare deseo tener al chico verdadero frente a ella, la joven mujer fue interrumpida de sus pensamientos apasionados, por un joven de ojos brillantes color negros y cabellos liso de igual color ataviado pulcramente como todos, Mekare lo había visto en el cuadro este parecía ser el mayor de todos los aprendices de Marius, los dos jóvenes entablaron una larga charla la cual no intereso mucho a Mekare, así que siguió  la gente que iba y venia y ninguno notaba su presencia, mientras el crepúsculo atravesaba el cielo, por un instante creyó que tal vez la maldición puesta sobre ella y absorbida por Marius habría fallado, pero lamentablemente sus dudas quedaron disipadas cuando el sol se puso, y su mente pudo escuchar que a lo lejos una creciente bullicio de voces llenas de una irracional deseo de destrucción se aproximaban.   
         
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Marius trato inútilmente de despertar su cuerpo dormido y el de Amadeo, sabia que tenia que hacer algo, no era un sueño, no podía asegurarlo lógicamente pero entonces que otras cosa podía ser era estaba, tan confundido, nunca había tenido sueños de esta clase antes, todo eran tan real los olores, el tacto al tocas las cosas a pesar que segundos después las atravesaba, era como estuviese allí ese funesto día,  pudo salir de la cripta técnicamente atravesando las paredes y que no podía tomar nada a pesar de que podía sentir la brisa y el calor del sol  cuanto toco su rostro pero sin quemarle, que era aquello, pero si su cuerpo descansaba tranquilamente abajo en la cripta de oro que con tanto espero mando a hacer para su descanso y para Amadeo, o a caso seguía allá lejos en otros continente y en otro tiempo, se negó a pensar en esa posibilidad.

Se puso a escuchar las voces en la ciudad y ellos, ellos estaban allí, reclamando su destrucción, criaturas repulsivas y decadentes, iban a destruir su mundo otra vez, casi voló hasta su casa encontrándolos a todos, estaban tranquilos sin saber lo que se avecinaba, si este era un sueño tenia que despertar, pero como, no podía por mas que lo intentaba cerraba sus ojos, no quería estar allí,  su casa estaba tal y como la recordaba llena de vida y gente que hacia sus quehaceres sin apremio, escucho a sus protegidos reír dentro de su taller, todos estaban allí hasta Vicenzo dejando entrar a una cantidad de flores que llevaban al salón de bailes, escucho la risa de su querida Bianca que bromeaba con Ricardo su muy querido aprendiz.

Trato de advertidles gritándoles que se fueran a todos y cada uno pero nadie le escuchaba el sol se había puesto ya y no sabia que hacer, llamaron a la puerta con fuerza, sabia que eran ellos, entraron derrumbando las puertas portando en sus manos fuego, muerte y destrucción a todo por cuanto había luchado en conseguir y amar; comenzaron la masacre de aquellos inocentes, si querían herir porque no le buscaron en su cripta, pero estos que no tenia nada que ver, vio como los pequeños fueron los primeros en caer bajo esas criaturas perversas, Vincenso el hombre viejo quedo tirado en el pasillo en un charco de sangre, corrió por las escaleras tratando de encender con su mente a los agresores de su casa, pero no pasaba nada, los atacó con sus manos pero su cuerpo inmaterial los atravesaba, los injurio desde lo mas profundo de su corazón, pero todo era en vano nadie podía mirarle, y el fuego avanzaba rápidamente por el palacio, la masacre seguía frente a sus ojos sin poder detenerla, y el fuego se extendía por la casa, grito de impotencia y de sus ojos comenzaron a salir lagrimas 

- Lo siento Marius – dijo una suave voz consoladora
El levando la mirada y vio a Maharet frente a él, se confundió un poco al no ser la voz de ella  era de otra persona, aunque en cierta forma le recordaba, era caso
- ¿Mekare?

Ella asintió de inmediato su aspecto cambio a la Mekare de cabello enmarañado y ropajes harapientos, pero todo en ella era diferente ahora que el fuego reflejaba su apariencia
- Has que paren, ayúdalos por favor, porque yo no puedo – pidió Marius casi al borde de la desesperación aquella dulce visión de cabello rojo y ojos verdes.
- Marius – le dijo con voz dulce - nadie puede cambiar el pasado
- ¿El pasado? Eso es imposible, no puede ser cierto, esta es una pesadilla
- debería de serlo, pero no lo es, es así que la maldición funciona, nos hace vivir el momento mas doloroso de nuestras vidas una y otra vez hasta que se pierde el sentido de la cordura, pero tu has ido mas allá, después de que… debería preguntarte que de donde sacaste la brillante idea, - se acerco a el y le miro a los ojos con una mirada imperturbable -  nos has traído a tu amado hogar para verlo destruido nuevamente, pero solo tu puedes devolver nuestras almas al lugar y tiempo que le corresponden
- no entiendo

Un suspiro salio de ella mientras los gritos iban en aumento y las capuchas negras entraban como un mar negro, atravesándoles a los dos como al aire 
- en tu interior tienes, uno de mis poderes, para ser exactos el de la clarividencia, lo discerní después de calmarme del susto que me distes cuando me reprendiste para salvar a tu amigo Mael con las mismas palabras de mi maestro y por el cambio en tu forma de ser desde que Cristóbal te despertó, pero ahora lo estoy confirmando con lo que veo.
- Clarividencia de que estas hablando
- la habilidad de un chaman de poder viajar a través del tiempo y espacio.
- eso no es posible

Mekare río ante esta afirmación tan concluyente y seria de Marius que buscaba la forma de poder calmar su dolor
- tienes razón no es posible, pero aquí estamos, y se que por muy
- no puede ser, este es un sueño, un sueño del cual no puedo despertar

El Marius corpóreo entro por la puerta acompañado del jovencito de rizos de cobre y comenzó a luchar contra sus agresor que se abalanzaron sobre el y su aprendiz, este Marius los encendía en llamas desde sus entrañas haciéndolos casi explotar, pero eran demasiados y el joven inmortal inconciente de sus habilidades los golpeaba mientras Marius ocupado defendiendo a la joven con perlas en su cabellera salía con ellas en brazos por una ventana

Marius y Makere eran testigos silenciosos de lo que pasaba

La cantidad de criaturas era enorme tantos que cuando “Marius” volvió a entrar para salvar a alguien mas era rodeado por muchos de ellos los cuales con antorchas en manos le gritaban con ira  odio demencial se esforzaban  encenderle pero el les quemaba y destruía pero por cada uno de era hecho cenizas 3 mas aparecían y se cernían sobre el mientras el Gritaba a todo pulmón el nombre de Amadeo
Mientras éste, presa del pánico al ver a Marius ardiendo en fuego fue apresando por las criaturas y llevado por estas lejos de la casa junto con otros pobres chiquillos que lograban sobrevivir al fuego.
      
- Marius, a caso ya no has sufrido lo suficiente, solo sin dirección ni sentido que guíe tus pasos desde este funesto día – le pregunto ella lo mas dulce que pudo 

El seguía sollozando de frustración escuchando los gritos de todos los niños y jóvenes que gritaban por su ayuda
- debí de morir en este lugar junto con ellos – espeto Marius
- pero no lo hiciste – le contradijo Mekare – tu querías vivir buscaste el viento y el agua para apagar fuego que estaba consumiendo tu vida, elegiste vivir por la eternidad cuando “ella” te ofreció su sangre, escogiste vivir cuando gritaste ante tu diosa agonizante que comiera de ella para que no desapareciera la vid de tú existencia, no trates de fingir ahora, se que es difícil pero te pido que hagas lo mismo y cura tu mente, déjalos ir Marius
- Ellos significaron para mi vida mucho más que un objeto y fue por mi egoísmo que todos ellos perecieran, nunca debí pretender algo que ya nunca podría volver ser 
- humano, no tiene nada de malo,  y ellos eran mortales hubieran muerto aun cuando no los hubieras conocido – Marius levanto la mirada y pudo ver el rostro de Mekare iluminado por el infierno de fuego que destruía el palacio, dejando ver una mirada sin emoción ni sentimiento a pesar de los gritos de angustia de sus amados pupilos, esto hizo que Marius se enfureciera
 - QUE ERES TÚ SINO UN SER CRUEL Y FRÍO QUE NO TE CONDUELAS DE SU SUFRIMIENTO – le espeto Marius
- Si, lo soy, pero ese no es el tema es cuestión, hasta que tú no comprendas y te liberes de este dolor no podremos regresar y nos quedaremos en este lugar hasta que satisfagas ese sentimiento enfermizo de auto castigo, mientras Cristóbal debe estar lidiando con tu amigo Mael, a si que te pido que vivas tu duelo si es así como te agrada vivir, pero sería sano superarlo y dejar a un lado el temor de perder a los seres que amas, ya que siempre corres ese riesgo sean inmortales o no
- TÚ NO PUEDES CONOCERME, NADIE PUEDE HACERLO
- si es cierto, una eternidad no alcanza para conocer el alma de una criatura, pero tu no eres un ser sublime con un único problema, pues el mundo no gira a tu alrededor por muy inmortal y poderoso que seas, tu solo eres un gota de agua en océano, y por lo que se de ti déjame ver a través de tu “sufrimiento egoísta”. Te exiliaste solo, con tu dos dioses, y digo solo, porque a pesar de que te uniste a tu doncella de cabellos dorados y fan de las perlas en realidad nunca te entregaste e ella como con los demás a ser feliz, creyendo así  que pagarías de esa forma por sus vidas que no pudiste salvas de la hoguera, tal vez por eso desde entonces no has tenido el valor de vivir libre como lo hiciste aquí, pero no creo que fuera en verdad por ellos o por tu Amadeo, creo en mi humilde opinión son un pretexto para el temor que tienes de vivir la vida y prefieres seguir siendo un testigo mas de esta vida que continua a pesar de que tu pequeño experimento fracasara, como fracaso tu amada Roma

- CALLATE – grito Marius lleno de rabia, olvidando con quien hablaba, se arrojo sobre ella ambos cayeron a través un suelo blando como una nube y la gran casa de fuego había quedado atrás, las sombras cayeron sobre ellos
- deberías saber  que es difícil hacerme callar – dijo ella con una amplia sonrisa – ya  que es una mala costumbre con la que nací ni siquiera cuando me arrancaron la lengua pudieron callarme y crees tu que podras Marius   
  
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- QUE ESTA PASANDO – grito Mael furioso
Tratando se romper las ataduras que inmovilizaban su cuerpo, pero que no podía ver
- No se que paso, pero hora ninguno de los dos esta aquí – contesto Cristóbal con una mirada muy seria en sus ojos negros, estaba sentado en una piedra que había sido parte del altar principal, mirando a Marius y Mekare congelados como dos estatuas reales de granito blanco en una abrazo
- QUE RAYOS ESTA HACIENDO MARIUS
- Absorbió el mal que estaba invadiendo el alma de Mekare de la única forma que solo pueden hacerlo los vampiros, ofreciendo su sangre como ofrenda, lo que ninguno de los tres sabia que había algo mas que una simple relación de amo y sirviente entre ellos dos, Marius tiene dentro de si una parte del alma de Mekare, por lo tanto uno de sus habilidades y al entregarse así... lo que hizo fue arrastrarle junto con él a quien sabe donde, pero aun me pregunto que clase de habilidad para hacerlos desaparecer de tal forma, creo que talvez…
- QUE s”•$$ ESTAS HABLANDO CHIQUILLO, si ellos estan alli mismo

un suspiro salio de Cristobal
- sus cuerpos obviamente estan alli, pero sus almas no, a decir verdad, solo es una hipótesis y usted fue el que pregunto que estaba pasando y yo cortésmente le respondí si no lo entiende no es mi problema       
- NO VES QUE MARIUS QUIERE APODERARSE DE ELLA

El jovencito comenzó a reír como si Mael hubiera contado el más grande chiste
- a caso usted no sabe con los años que tiene, que nadie es dueño de nadie, bueno sabia que no era muy listo, pero esto es el colmo
- MOCOSO ENDE”•$
- Si un chiquillo mocoso, pero por lo menos no estoy haciendo el ridículo tirado en una esquina haciéndome el perezoso y viviendo en plan de estorbo y mejor compórtese que no le voy a quitar las ataduras hasta que haya roto todos los hilos con los que quien sabe quien lo estaba manipulando
- A mi Nadie me manipula
- ¿si como no? ¿Y como explica que Marius tubo que darle una tunda pa dejarlo quieto? Porque ya hizo suficiente alborto, mejor cálmese que no tardare en terminar – dijo el chico acercándose a él y dejando una piedra en su frente - por mientras le diré lo que ha pasado pa que se tranquilice pues.   
 
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Marius estaba sobre ella, cuando se dio cuenta de lo que estaba haciendo y donde estaban se alejo avergonzado de ella, jamás le había faltado el respeto de esa forma a nadie
- yo no quise
- si quisiste y lo hiciste, pero no tiene nada de malo sacar un poco de ira de vez en cuando, en muy sano, pregúntamelo a mi, es mi emoción favorita – dijo divertida Mekare mientras se levantaba y observaba a su alrededor 
- ¿donde estamos?   
- Eso debería preguntártelo yo, eres tu quien tiene mi poder,
- No le gusta responder preguntas – dijo mordazmente Marius, caminando entre la oscuridad aun sintiendo enojo hacia ella en su interior.

- Es fascinante que se busque el significado verdadero de la pregunta mas que la respuesta misma por lo tanto no es una pregunta real, es decir, creo yo que no hay necesidad de respuestas si no hay verdaderas preguntas.

Marius se detuvo y dando la vuelta y la miro ella; parecía esta examinando la negrura a su alrededor sumamente tranquila y relajada inclusive algo divertida, se estaría burlando de él en castigo por su grosería  

- No me estoy burlando de ti, si lo estuviera hubiera dicho…
- ya entendí no tiene porque ser tan sincera – dijo Marius mientras ella le sonreía  
- bien, será mejor que salgamos de aquí
- ¿Cómo?
- Pensé que ya te lo había dicho… - un suspiro salio de ella nuevamente, esto incomodo a Marius de sobremanera
- Que acepte mi miseria
- Podríamos quedarnos aquí la eternidad filosofando sobre causa y efecto, dediciones y resultados o sobre porque la existencia no es perfecta o solo podríamos decir la verdad
- Que yo fui el responsable de sus muertes 
- Ya habíamos avanzado en ese punto, solo piensa en esto: ¿Pero que te hace creer que el mudo gira a tu alrededor?
- ¿QUE?
- Creo que mi pecado capital es peor el tuyo pero ciertamente el tuyo Marius es la vanidad, ahora entiendo porque proteges tanto a ese mentecato de Lestat, le amas por que es libre, libre de sentimientos, de valores, de limites,  a decir verdad también yo lo envidio, hacer las cosas sin resquemores por lo que podría pasar o quien podría afectar – comenzó a reír – sabes que fue lo que pensó cuando ella estaba en el piso sin cabeza “¿Qué pasaría si ella muere?, puedes creerlo,- dijo casi ahogándose entre la risa – hasta yo tenia miedo en ese momento.
- Eres tan cruel como lo pareceres – dijo Marius
- porque no compruebas esa hipótesis Marius
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Cuando Marius se atrevió a Besar a Mekare sus ojos se tornaron negros – se dijo a si mismo - como los de ella y se quedaron como dos estatuas durante mas de media hora, mientras que él aun atontado poco a poco logro tener el control de si mismo, al parecer el chiquillo de ojos oscuros fue quien le estaba ayudando, la experiencia fue de lo mas extraño en ningún momento pudo controlar cada puñetazo que había lanzado a Marius una fuerza inexplicable lo había manejado como un muñeco, él jovenzuelo le explico que había sido un hechicero de gran poder y que Marius había evitado que una maldición dañara la conciencia de Mekare al absorberla él mismo.
Cuando al fin termino de explicar todo eso, en defensa de lo que había hecho Marius al aprovecharse de la situación como es su costumbre, que según el mocoso no era así, bueno ya que el chico hablaba hasta por los codos, pude ver como Marius comenzó a llorar, no lo había visto hacer eso desde hacia mucho tiempo y los ojos se tornaron tan azules como siempre y los de Mekare también volvieron a ser verdes, cuando hubieron recobrado sus conciencias completamente Marius se quedo dormido en los brazos de Mekare aun sollozando como un crío.

Ella se lo llevo quien sabe a donde, dejándome con el chiquillo y es bastante claro, con una mirada, que no quería que le siguiera, mientras el chico me contaba todo, y cuando digo todo es todo, cielos, quería ponerle un bozal en la boca, lo bueno que no creo que me haya ocultado nada cuando al fin termino poco antes del alba, ella apareció, aunque eran iguales en aspecto, ella era tan diferente de Maharet se veía dura y distante; su mirada era inclusive despiadada aunque ya no con ese toque de locura como el de antes. Un escalofrío recorrió mi cuerpo de nuevo cuando ella se acerco y acaricio mi cabello mirándome fijamente con esos ojos verdes.
El crío me dijo que ella me pedía que fuera su mensajero, y así cumpliría con el cometido por el cual me había enviado Maharet
Por su puesto que había dicho que sí al momento sin dudar. Ella sonrió y se fue
El chico dijo que los tres me lo agradecían y que me fuera pronto antes de que amaneciera 
Claro que me altere cuando ya me estaba corriendo sin haberme dicho nada de ningún mensaje y el mocoso se atrevió a reírse, y me dijo que yo seria la voz de Mekare cuando la viera y que no me asustara, yo asustarme por algo así, me indigne y le dije que no iba ser la primera vez que haría algo así. Así que me prepare a irme porque sabia que ella no regresaría además ella era lo suficiente fuerte como para defenderse de cualquier cosa cuando me elevaba el diminuto muchacho dijo entre susurros que no me preocupara por él porque estaría bien.     
Porque iba yo a preocuparme por el,  porque a pesar de todo Marius no era solo un filosofo sino que había atravesado los siglos airoso de todas las situaciones y sabia que esta no iba ser la excepción.  

Las luces de la gran casa iluminaban el centro del oscuro bosque, estaba contento de llegar y entregar su mensaje a ellas, deberían de estar muy preocupadas después de tanto esperar el regreso.
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La selva que le rodeaba era asombrosamente hermosa, sobre todo para los sentidos de un vampiro, no recordaba que los crepúsculos fuera mas claros y hermosos o las noches tan luminosas, aspiró profundo pudo sentir el oxigeno entrando en sus pulmones junto con olores que en su vida había sentido, y siempre se sorprendía de que no se hubiera fijado en la cantidad de criaturas que estaban a su alrededor de toda forma color y tamaños haciéndose sentir con sus extraños o prodigiosos sonidos, al arrastrarse, gritar, chillar…. Era un jardín salvaje, casi lo había olvidado, el jardín, pero a pesar de todo, no era su jardin, Marius no estaba muy cómodo, seria tal vez por el aislamiento, él siempre se había asegurado de estar rodeado de miles de humanos ya que procuraba tener su casa en ciudades populosas y modernas, si, amaba ese bullicio el continuo movimiento de sus estresados habitantes y el calmante barullo de sus mentes, pero aquí era todo silencio y oscuridad que le aturdían, A veces extrañaba oír el sonido de su propia voz alzándose sobre todas las demás.

- y porque simplemente... te vas a tus amadas ciudades, si sufres tanto aquí – le pregunto una voz femenina muy cálida que supo reconocer

El no quiso abrir sus ojos sentía el agua en la que flotaba y sobre todo unos brazos de una mujer que le rodeaban eran calidos, al abrirlos se encontró con dos ojos verdes intensos que le miraba con sagacidad y esperando una respuesta de parte suya, por un momento no supo contestar al observar su asombrosa belleza y deleitarse con el calor que salía de cada parte de su piel
- tengo que hacerlo por…
- …por la promesa a mi hermana – contesto ella sin mover sus labios si quiera y los oídos de Marius no escucharon nada mas que el sonido del agua rozando  las piedras pero sus palabras alcanzaron su mente.
- si por eso también, no es correcto que veas mis pensamientos sin mi permiso
- no me disculpare porque es tu culpa, tu eres un libro abierto, además tu también has visto los momentos de nuestra vida mas importantes, asi que eres un fisgón
- No es lo mismo, no puedo controlar las visiones  solo pasan, mientras usted lo hace por que si

Una expresión divertida y maliciosa se formo en el rostro de Mekare,

- vaya, al fin se despertó – dijo Cristóbal que estaba medio dormido desde una orilla – casi casi, sea hace el cuento del bello durmiente – dijo bromeando el jovencito

Marius tenia mil preguntas que hacerles a los dos pero sabia que no habría respuesta por lo menos de parte de ella ya que las evadia con ingenio, hasta que se le ocurrió una brillante idea mientras se relajaba al flotar en el agua viendo hacia las estrellas una luna preciosa iluminaba el cielo

- Cristóbal, te gustaría escuchar algo que se acerca de la hermana gemela de Mekare: Maharet
- Claro que si Marius, sabe que Mekare casi no me ha mostrado nada de ella,

En el rostro de ella se dibujo una dulce sonrisa y asintió con la cabeza, Marius puso todas sus dotes de historiador, pero mas que todo se dispuso a contarle a sus dos Chamanes todo cuanto sabia de Maharet.

Fin 6to Cap. 

Continuara...

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