domingo, 15 de julio de 2012

Cap. V – Marius, Mekare y ¿Cristóbal? 2da Parte


Tenia un calor insoportable y estaba empapado de un sudor frío, su frente y ojos pulsaban dolorosamente ni que decir del resto de su cuerpo, pero estaba contento porque tenia mucha hambre, le avergonzaba decirlo pero desde hacia mucho tiempo no comía comida tan buena, estaba oscuro solo podía ver las negrura de la nada, escuchaba los sonidos de las criaturas de la selva sobre todo uno muy parecido al que produce el rascar, busco a un lado y sintió un bulto era su foco de mano lo encendió y una luz artificial ilumino un pequeño segmento… un sobresalto hizo pensar que estaría solo y movió la luz buscando a sus imperecederos amigos, sabia que a pesar de todo ella estaría con Marius pero eso no dejaba de preocuparle, ella podría salir de día, pero le había hecho prometer que no lo haría, pero ¿le habría desobedecido?.

Al  mover la luz recorriendo la habitación en una esquina dos chispas de luz brillaron oscuridad, era Marius que estaba sentado recostado en la pared cuando la luz lo ilumino su piel blanca, parecía tener brillo propio… este le sonrió ampliamente mostrando sus enormes caninos, antes de que pudiera pronunciar alguna palabra referente a Mekare, él le indico con el dedo hacia arriba, así que iluminó el techo, y allí estaba ella; hincada, sobrenaturalmente, en el techo del cuarto de piedra, estaba afanada dibujando una y tras vez sin notar la luz que estaba sobre ella, el techo estaba completamente lleno de figuras y signos tallados en la piedra pulida, cuando terminaba uno buscaba el espacio vasillo, y empezaba otro repasando una y otra vez con sus uñas hasta dejar una fisura profunda la piedra.

Por unos minutos quedo tan abstraído por la forma que la gravedad no la afectaba, había olvidado el pequeño detalle que ambos, Mekare y Marius, contradecían completamente las leyes principales de la vida, que  como chaman bien conocia y confiaba, no eran afectados por el espacio y el tiempo… solo la materia y el espíritu…

- ¿Pero que esta haciendo? – pregunto Cristóbal alzando la voz de pronto

La mujer pelirroja se detuvo y observó hacia a bajo al chico, se deslizó antinaturalmente por las paredes y llego a su lado, hizo a un lado el cabello y le dio un beso en la frente

- ….
- no lo había notado, si, se me ha quitado por el momento… - dijo el chico un poco sonrosado pero no por la fiebre – pero que estaba haciendo…
- Escribiendo, si, eso ya lo vi, pero…

- Nosotros – dijo Marius tranquilamente al ver la cara de Mekare al parecer extrañada por la pregunta insistente de Cristóbal, que no entendía lo simple de la respuesta de Mekare – solemos apasionarnos con ciertas actividades a fines a nuestra persona, es una interesante forma de pasar nuestro el tiempo… 
- y llegan a obsesionarse? - pregunto
- a veces, cuando somos afectados por algún evento, nos sumimos en esa afición para filtrar esas emociones, aunque a veces no sirve de mucho
- le ha pasado a usted
- si, un par de veces
- ¿Qué hacia? Y ¿Por qué? – se emocionó el chico al saber mas del inmortal

Mekare al parecer le reprendió por ser tan curioso 
- Pintaba a diosas griegas, siempre con la encarnación de una hermosa mujer, fue por que la extrañaba… podría resumirse todo en un abandono amoroso – contestó el caballero rubio
- mmm ya veo y…
- …
- Si tengo mucha hambre que hay de cenar… guao – exclamo el chico al ver que Mekare sacaba de una olla un manojo de hojas de plátano dentro un manjar -  serpiente, Hmmm, que rico – siguió, desenvolviendo apresuradamente el preciado contenido de su envoltorio mostrando una serpiente desollada y amorenada por el fuego al que fue expuesta, rápidamente con sus blancos diente comenzó a devorarla vorazmente.

Marius y Mekare observaban como el chico tragaba el exotico platillo hasta que se detuvo por un momento temiendo que se hubiera atragantado, pero el mirando a su alrededor y con un aire de incertidumbre dijo
- cuando ha hecho esto – le pregunto a Mekare
- …
- Esa no es una respuesta…a caso usted salio en el día y no me diga que no esta solo se deja ver de día
- …
- me prometió que no saldría de día, y mucho menos sola
- ¿De día?  - pregunto Marius
- Si ella puede ver el sol, lo descubrí hace unas semanas a tras, después de un par de sustos que me hizo pasar
Mekare encontró chistosas estas palabras y comenzó a reír silenciosamente
- ¡Si! ríase!!! Casi se me sale el corazón, ¡cuando la vi contemplando el amanecer! – dijo en tono de reproche a Mekare y en son de queja a Marius

Mientras Cristóbal se peleaba con Mekare por su salida diurna sin permiso, Marius meditaba sobre lo que acababa de escuchar
- … pues no, me lo prometió…
- …
- pero yo no digo nada de eso, si esta muy rica, mire casi me la termino… pero eso no tiene que ver con que usted haya salido sin mi permiso
- …
- si sin mi permiso, yo soy responsable de usted, ¿Verdad que si, Marius?
- … Si claro, no es bueno que ande sola – dijo Marius a la mujer pelirroja 
- ¡pues claro! no ve que nos preocupa que tal si… si  usted se hubiera encontrado con esas cosas.

Un silencio se apodero de la habitación
-  ¿Podría decirnos quienes son ellos, y porque la buscan? – pregunto seriamente Marius aprovechando la oportunidad dirigiendose directamente a Mekare
- …
- dice que no sabe
- Esta usted segura, me parece que de alguna manera lo que buscan es interrumpir su curación por eso atacaron a Cristóbal
- Marius tiene razón Mekare, si sabe algo debe decírnoslo, debe ser alguien que usted conoce o conoció, que le desee algún mal, tal vez otro inmortal o algún espíritu oscuro que sea capaz de conjurar esas criaturas o algunos de sus descendientes
- …
- ninguno que haya… Ahh!!
- Que dijo - pregunto Marius 
- dice que… ninguno de sus enemigos ha sobrevivido a través del tiempo y que… ella… bueno, no queda ninguno.
- ¿Esta completamente segura? – volvió preguntar Marius
- Dice que si, aunque… también dice que todo es posible
- otra cosa mas, Mekare, desde que he estado aquí, no he sentido su presencia ni siquiera cuando esta con ira, y yo también puedo hacerlo con naturalidad, pero ¿podrían ciertas personas saber donde estamos a pesar de esto?

Mekare sonrió ante esta pregunta
- dice que… - y Cristóbal cayo una impresión de tristeza en su rostro
- un chaman podría, verdad – confirmo Marius
- si – dijo seriamente Cristóbal -  no es posible que alguno de ellos hubiera echo semejante cosa si no ¡ya no seria un chaman!
- Tal vez Cristóbal, pero solo quedan ellos
- pero
- Ellos eran los únicos que sabían que tu y ella se quedarían aquí  - dijo Marius - el porque, podríamos enumerar de muchas cosas entre las que sobresale, la avaricia u odio…
- …
- ella dice que tal vez quieran quedarse con algunos de sus poderes,
- Pensé que ellos no sabrían si eran portadores de alguno – dijo Marius
- Si, debería ser así,  pero solo, si hubiera acabado la ceremonia, después de ese desorden cualquiera pudo haber surgido después de un tiempo
- tienes alguna idea de quien es lo suficientemente fuerte para hacer estas cosas

Un suspiro salio del chico
- Todos y cada uno de nosotros éramos capaces de hacer ese tipo de rastreo solo se necesita un objeto de alguno de nosotros para saber donde estamos
- objeto – pregunto Marius
- si, un cabello, un botón, un hilo de una prenda, cualquier cosa sirve si el chaman… el hechicero en bueno en lo que hace…

- Será mejor que deshaga cualquier conexión externa, para ver si, así nos dejan en paz – dijo muy enojado Cristóbal levantándose del su tendido pero Mekare le detuvo colocando su mano en el hombro y le señalo  las entrada en ella habían dibujado con yeso en la orilla de la puerta varios símbolos que Marius pareció reconocer, aunque no sabia de donde

- …
- lo sospechaba pregunto Marius

Mekare asintió con la cabeza
- así que no me dijo nada, ¿Por qué si se puede saber?...
-…
- No quería entristecerme, por eso no me lo dijo, no me gusta que haga eso, no es bueno para ninguno de los dos, sabe muy bien que la unión que tenemos se basa en la confianza absoluta
- …
- esta bien, pero no lo vuelva hacer ¿y que hacemos ahora? – pregunto el chico a lo dos claramente enfadado
- Ciertamente cambiar de domicilio – contesto Marius    

Y yo aquí aplastado sin poder hacer nada
- no te preocupes por eso, - le tranquilizo Marius – solo debes recuperarte y nos iremos a otro lugar mas seguro

El chico trato de disimular su enojo, recostándose de nuevo pero su pecho respiraba fuertemente, estaba realmente enojado, aunque, ni el sabia con quien: con su dama pelirroja, por creerlo tan frágil;  Marius por no habérselo dicho de un solo; o, con él mismo, por ser tan ingenuo y no haberse dado cuanta antes, era tan obvio. Ella siempre había tenido razón no se podía confiar en alguien como él de inútil. 

Mekare se recostó a su lado ignorando los resoplidos de su aun congestionado pecho, acarició su cabello azabache haciéndole poco a poco dejar aun lado su frustración para caer de nuevo rendido al sueño.

*_________*

Desde esa noche le siguieron muchas mientras Cristóbal se recuperaba, había surgido una rutina entre los tres: Mekare esperaba a que Marius abriera los ojos antes del crepúsculo; cuando lo hacia, ella salía con el morral de Cristóbal por la pequeña entrada (ella lo había tomado la segunda noche de la enfermedad del chico, la había visto vaciar el contenido dentro de la maleta, donde estaban sus cosas y verla irse), él prudentemente esperaba que se alejara un poco para que ella no sintiera que invadía su espacio y el le seguía a la distancia a través de sus sentidos al cabo de mas de media hora traía el morral lleno de alimento para el enfermo.

Mekare le cuidaba con ternura maternal mientras Cristóbal dormitaba despertando esporádicamente para sus necesidades básicas que ella aprovechaba para darle su medicamento en gotas y alimento que ella le tenia preparado con la fauna circundante del lugar, Marius pudo enumerar una serie de criaturas desde insectos, reptiles, mamíferos,  hiervas, hojas raíces, frutas y flores; en su vida, era la primera vez que veía a un inmortal preocupándose por esos menesteres tan humanos como lo era el “cocinar”, el chico se elevaba de ánimos diciendo que siempre estaba rico. Ella, e inclusive él se complacían verle devorando cada bocado con tanto entusiasmo.

El también había aprendido ayudar, el preparaba el fuego para hervir el agua y le gustaba observar a Mekare preparar los alimentos con tanta dedicación y concentración así mismo siempre le daba asistencia con las cosas filosas.

Cuando el joven se dormía después de comer y tomar su medicamento (y cuando su fiebre bajaba) ella aprovechaba el tiempo para si misma regresaba al espesor de la selva con el morral vacío pero esta vez no en busca de alimentos sino otras cosas, se dedicaba largas horas a escarbar en el negro piso de la selva, sacaba hierbajos y raíces escondidos en lo profundo de la tierra; de la copa de los árboles frutos incomibles y flores de formas extrañas, también insectos escondidos en lo profundo del lodaseras y intrincadas huecos de árboles caídos en estado de descomposición, siempre terminada cubierta de pies a cabeza de sedimentos que se le pegaban en el cuerpo y la ropa, pero a ella no parecía importarle mucho, un poco de lodo en su piel o insectos en su cabello o que de vez en cuando su ropa se rompiera un poco cada vez, Marius sabia que estaba feliz de estar en un lugar como ese, antes de que el jovencito fuera a despertar se iba al río más próximo y descansar sobre la corriente del agua como la primera noche que la conoció desprendiéndose así cualquier cosa que se había adherido a su blanca piel.

Había algo, que Marius sentía cada vez que ella le miraba directamente a los ojos, y extrañamente no podía decir que era, no era miedo, pues este ya se había ido hacia mucho tiempo. Él siempre se preocupaba por ella sobre todo cuando salía,  temía que fuera atacada por los ghouls, por lo que él solía seguirla a la distancia, ella consiente de su presencia lo ignoraba.

El había podido notar sobre todo cuando algunas veces estando en completa calma solía detenerse de pronto de sus actividades para cerrar sus ojos y quedarse así un rato para controlar las voces dentro de su cabeza que le causaban tanto dolor, voces que Marius sabia que pertenecían a cada bebedor de sangre que existía y que ella había decidido no compartir esa carga con Cristóbal o con alguien mas.  

*_________*

Esa noche en particular Cristóbal estaba muy inquieto y la fiebre no había bajado en absoluto se había, ambos inmortales podían verse claramente en la oscuridad y se daban miradas de preocupación, ya que solo necesitan una ínfima cantidad de luz para que sus ojos de vampiro puedan ver perfectamente.

Marius estuvo a punto de preguntar algo, cuando el chico empezó delirar de nuevo debido a la fiebre y de sus ojos comenzaron a salir abundantes lágrimas y sus manos buscaban desesperadamente algo en su pecho que no estaba allí.

Mekare puso sus manos en la frente del chico y cerró sus ojos, poco a poco Cristóbal se tranquilizo pero en su rostro se reflejo un hito de tristeza, sin perder tiempo, ella se levanto rápidamente y salio afuera donde había una terrible tormenta, Marius preocupado por los dos, opto por seguir a Mekare, a cierta distancia.  Recorrieron un camino muy largo en tan solo unos cuantos segundos  llego a lo alto de la pirámide y subiéndose a una terraza abierta recientemente, brinco desde allí en dirección opuesta, se adentro en la jungla después de recorrer un largo trayecto a una velocidad increíble llegaron a las orillas de un pantano.

Ella dándose la vuelta intempestivamente se acerco a Marius y extendió la mano. El al no saber lo que ella le solicitaba, extendió los brazos en señal que ella podía tomar lo que quisiera de él, ella dudo un momento pero un relámpago estallo muy cerca de ellos.

Ella se acerco a el muy despacio sin quitarle la mirada de los ojos azules e introdujo su mano dentro de uno de los bolsillos de Marius en el cual encontró el pequeño dije de jade, ella busco una roca angular, en ella puso el objeto en balanza cerro sus ojos colocando las manos arriba del objeto para que el agua no llegara a él, este después de un par de segundos comenzó a girar sobre si mismo lentamente como si una pequeña mano invisible lo moviera, después de detenerse la nariz del jaguar quedo en dirección al pantano, la cual ella siguió, no sin antes tomar las manos de Marius y forzarlo un poco a ponerlas de la misma forma que ella antes y de indicarle en señas, que no le quitara la vista al objeto, a decir verdad, ella era muy hábil para hacerse entender cuando quería.
Le pidió que le dijera cuando el objeto girara sobre si mismo de la menera siguiente: haciendo girar el jaguar con su dedo índice, toco la garganta y los labios del inmortal y luego llevando el mismo dedo a su oído.

El asintió con la cabeza en señal de comprensión y ella tomo la dirección que había indicado el dije, se introdujo dentro de la espesa laguna de lodillo que se incrementaba con la lluvia, sin ningún problema, mientras avanzaba lentamente el objeto no se movió después de estar casi a 20 metros de distancia, el dije giro sobre si mismo rápidamente.
- EL JAGUAR ESTA GIRANDO SOBRE SI MISMO – Grito Marius

Se detuvo al escucharle desapareciendo en aquella lodasera.
A Marius no le gusto mucho la situación, pero sabia, que de alguna forma eso no seria un problema para ella, y espero, tomo entre sus dedos el dije, estaba seguro que el espíritu del niño llamado Itsa fue quien la guío hasta ese lugar, pero ¿para que? además Cristóbal le había dicho que ella no podía comunicarse con espíritus todavía.
Había muchas preguntas y cosas que Marius no comprendía en este nuevo mundo, desconocido para el y resultaba muy frustrante no poder aclarar sus dudas.  

Al darse cuenta que la lluvia había cesado y que jugaba impacientemente con el jaguar de jade: decidido, lo guardo en su bolsillo se quito la chaqueta roja y los zapatos y con desagrado se adentro en el pantano, el cual era muy profundo, evito sumergirse hasta la cintura gracias a sus habilidades sobrenaturales de levitación, llego al lugar donde la pelirroja se había sumergido, el no viendo otra opción también lo hizo pero cuando estaba dentro de esa masa, algo lo rozó, era una serpiente gigantescas que paso a su lado, el guardo la compostura debido a la impresión y agudizo sus sentido, aunque era muy difícil en tal lugar que impregnaba todo su cuerpo de tierra mojada y sedimento, después de un rato sintió una mano muy calida, era Mekare que le daba un jalón algo brusco, para llevarlo a la superficie.
A ella, ciertamente, no le agrado la cercanía del inmortal y se lo hizo saber con una mirada fulminante que hizo que el inmortal se alejara un poco.

Los dos inmortales eran dos visiones de terracota en movimiento, cubiertos de lodo oscuro que apenas dejaban ver sus ojos, Marius un poco molesto trato de quitarse todo lo que pudo pero era virtualmente imposible, así que al ver a Mekare desaparecer en el verdor de la selva nuevamente la siguió a una mayor distancia que la anterior cuando al fin le dio alcance en una zona de la selva constituida unas cascadas mucho mas pequeñas que otras pero la fuerza de la corriente era mayor, ella estaba quitándose los harapos que le servían de vestimenta y entro en el centro de de los rápidos.
El inmortal no pudo evitar notar la belleza que poseía Mekare tanto que su mirada no paso desapercibida, pero fue ignorada, por ella.

   
Marius después de un rato viéndose totalmente cubierto de tierra, también se dio un baño, al quitarse la ropa y sumergirse en el río, la gélida agua hizo que su cuerpo se resintiera , fue la primera vez que en verdad deseo estar en uno de sus cómodos baños de azulejos con agua caliente y burbujas de jabón y colonias de perfume. Se lavo lo más rápido que pudo y alcanzando sus ropas las froto con sus manos para quitarles la tierra, pero estas no dejaban de temblar.
Se criticó así mismo por no tener mas que un pantalón que tubo que volverse a poner mojado y el resto de su ropa estuvo empapada porque después de un rato volvió a diluviar con igual o mayor fuerza que antes cuando regresaron al fin a la reconfortante cámara su cuerpo no dejaba de temblar pies a cabeza, sin embargo Mekare estaba tan tranquila como si nada.

Cristóbal seguía dormido no había notado la ausencia de los dos, ella se recostó al lado del muchacho a quien tomo la temperatura con un pequeño beso en la frente, luego le suministro el medicamento

Cuando Marius al fin pudo entrar en calor gracias al reconfortante habitación para la hora del alba, ella arranco de su cabello uno cuantas hilos de su rojo y largo cabello, por un momento Marius imagino a su hermana Maharet hilando con la rueca, pero Mekare en cambio, las trenzo haciendo un largo y delgado hilo  luego de  su pecho saco  una   pequeña medalla de plata qué coloco alrededor del pecho del jovencito, él entre sueños volvió a buscar en su pecho y esta vez encontró lo que anhelaba, después de eso Cristóbal se tranquilizo y la fiebre bajo.

Marius sorprendido de que un objeto tan insignificante como aquel, fuera capaz de hacer semejante efecto en la salud de una persona, pero, desde que estaban en ese lugar, su conocimiento previo había sido derrumbado mas de una vez provocando que  en sus pensamientos solo pudieran adivinar y con conjeturar, por ejemplo, el como ella había sabido lo que debía buscar sin tener que preguntar y como había hecho para que un espíritu le indicara donde encontrarlo y el hecho de encontrarlo en un lugar imposible como ese era mas increíble todavía… poco después, cansado, como siempre desde que estaba en ese lugar Marius se dejo vencer por el sueño.
               

Fin Cap. 5

Continuará

domingo, 8 de julio de 2012

Cap. V – Marius, Mekare y ¿Cristóbal? 1ra Parte



Voces en el Silencio

Marius se sentía desfallecer, su cuerpo se adormecía rápidamente por el torrente de sangre salía a borbotones de la enorme herida de su cuello y caía en la boca de Mekare, ella tenia sus manos en su pecho levantándolo y presionándolo contra el muro con una fuerza colosal, a lo lejos escuchaba una voz que gritaba a todo pulmón…

- DEJELO, EL NO LE HARA DAÑO!!!! DEJELO POR FAVOR!!!, - gritaba el chico que tenia en su frente una herida de la cual surgía sangre, se colgó de uno de los brazos de la mujer pero era como si ella no supiera que él estaba allí.
- MIRELO POR FAVOR, NO LO MATE!! EL NO ES MALO, NO ES DE ELLOS!!!!  

Marius a penas conciente de lo que sucedía vio que el chico sacaba  algo parecido a un cuchillo de su morral y corto el brazo a la mujer, ella dejo de beber de Marius y lanzo lejos a Cristóbal, pero no le hizo daño porque volvió a levantarse en eso el chico le grito a Marius
- MARIUS EL JAGUAR!!!! EL JAGUAR!!!!!

Sus pensamiento llegaron pequeño objeto de jade y con trabajo lo saco de su bolsillo, y lo apretó con fuerza cuando un relámpago ilumino todo el recinto por un instante, los furiosos ojos verdes, se centraron en el rostro de Marius y ella como si tocara un carbón al rojo vivo, lo tiró lejos, Marius calló sobre los restos de los cadáveres despedazados y el jaguar rodó por el piso, Cristóbal de inmediato se interpuso entre Mekare y Marius, por si un nuevo ataque ocurría, pero no paso, ella se intereso más en la figura de jade la tomo entre sus blancos dedos y lo examino como si buscara algo en cada silueta… el chico se tranquilizo al ver que el pequeño objeto había calmado su fiereza.

Cuando miro a Marius un alarido de horror salio de su pecho, Marius estaba muy mal: su rostro inhumano, demacrado casi en los huesos con sus ojos hundidos y secos, con los huesos de su cuerpo desencajados dándole una forma extraña, unos inclusive salidos de su piel; y, de su cuello chorreaba aun abundante sangre, que el evitaba que se siguiera escapando cubriéndola con su huesuda mano.
- ¡Por favor Marius! ¡Dígame que se va a poner bien! tome mi sangre si la necesita.

Marius que apenas conciente de su alrededor, pero entendió la intención de las palabras, dibujo una sonrisa a su salvador y con voz irreconocible por el terrible dolor.
- No te preocupes, me he visto peor, gracias
- Es mejor que no se mueva mucho- le indico cuando trato de ponerse de pie sin tocarlo por temor de provocarle mas dolor – ella ha estado muy furiosa sobre todo con la presencia de esas criaturas – dijo el muchacho mirando los despojos en el piso
- ¿Criaturas? ¿Los chamanes?     
- ¿Chamanes? Ahhh, no son ellos. Hace tiempo que se fueron, esos pedazos en el piso son, Ghouls,
- Cadáveres sin razón ¿pero como?
- Sin alma Marius, sin alma, esta es la segunda vez en el mes que nos atacan mire a mi casi me arrancan la cabeza -  dijo mostrando la herida de la frente que aun sangraba - por eso pensé en usted, usted podría destruirlos con el fuego de su mente… lo puede usar aun ¡verdad!, pero todo fue un desastre, ¡LO SIENTO MUCHO!

- Pero ella…  - dijo Marius mirando la silueta de una Mekare que él no conocía, estaba debajo tragaluz dejando que las gotas de lluvia lavaran su rostro y cuerpo de toda la sangre y mugre que la cubría; se veía  despreocupada de cualquier cosa a su alrededor, salvo el pequeño jaguar en su mano… su cuerpo esbelto y fuerte, vestía aun con el traje blanco de la ceremonia, pero en tristes condiciones hecho un estropajo, sucio, roto en jirones hasta las rodillas y sostenido en su cuerpo por un alicate de alguna planta color rojo, dejando al descubierto la parte superior del pecho y su espalda, sus largos cabellos rojos las cubrían, y sus blancos pies estaban descalzos    

- No tiene ninguna de esas habilidades – termino por el la frase Cristóbal - ni siquiera puede usar a Drevon, todas y cada una se fueron esa noche, excepto la telepatía que afortunadamente estaba en mi interior y yo se la regrese a ella al momento de hacer la unión entre los dos… hay muchas cosas… que… tengo que… – agudizo sus ojos y se le quedo mirando sorprendido a ver que la clavícula salida, que el inmortal colocaba en su lugar cerrándose rápidamente frente a sus ojos y el agujero de su cuello ya había dejado de sangrar – … contarle

Marius se paralizo a ver que Mekare estaba detrás de Cristóbal el chico levanto la mirada y le sonrió sin temor alguno, como un pequeño niño frente a su madre.
- Esta usted mas tranquila… - un suspiró salio de él - ¡que bueno!, El es Marius le dije que no era como los demás, el es diferente, el niño Itsa le dio su juguete preferido como regalo, si el fuera malo eso no hubiera pasado ¿no cree? – dijo Cristóbal en aquella lengua que Marius en secreto había aprendido.  

Ella miro a los ojos del chico, y sus facciones de marfil  se hicieron calidas y dulces mostrando un encanto, Marius pudo verla claramente como nunca antes, era una mujer aun más hermosa que antes, sus grandes ojos verdes reflejaban inteligencia y fuerza que habían estado dormidos en su interior.

El chico de pronto de levanto asustado y le dijo:
- No, no puede, el tiene que quedarse con nosotros, lo necesitamos… esta vez estuvieron muy cerca pudieron haberla dañado y yo no puedo contra esas cosas y usted… si es muy fuerte pero ellos la descontrolan, es un milagro que ahora este conciente de sus actos por eso estamos indefensos antes esas cosas…
Ella le rozo el rostro con la punta de sus dedos cerca de la herida aun sangrante
- eso no es nada... por favor Mekare, déjelo quedarse con nosotros, el es bueno, y podemos…

- Puede confiar en mi – intervino Marius acomodándose mejor el piso hablando el idioma de Cristóbal – como Maharet lo hizo y los demás, fue ella quien acepto que yo viniera con usted a este lugar para despertarla de su sueño… ella me pidió que la cuidara por ella…

- Como cuidaste a Akasha – dijo con voz fría Cristóbal casi irreconocible -  aun lloras por ella vampiro, por el vació que dejo ella en ti, sin propósito sin destino ni siquiera lo puedes llenar con tus amados - Marius se quedo frío ante estas palabras como era posible que el supiera tanto… pero esas palabras salían de la boca de Cristóbal pero era la mirada cruel de Mekare que le indicaban que eran sus palabras – Tu eres Marius aquel que no quiso morir con su diosa, la reina a la que serviste como esclavo… ¿a que has venido aquí? buscas otra ocupación milenaria cuidando el origen vital de los condenados… -
Una especie de risa se dejo escuchar pero desvaneció  pero después de un momento de contemplarlo serenando un poco la furia de sus ojos… - este chico te aprecia, Drevon se intereso en ti y también Itza dijo dejando la figura de Jade en el piso… por eso no te destruyo, vete a tu mundo sin temor por la existencia de todos, no voy a ponerla en peligro he aceptado ser el contenedor de la vida de cada vampiro, pero no colmen mi paciencia – ¡NO ACEPTO A OTROS INMORTALES EN MIS DOMINIOS! – le grito, mirándole con fuerza, pero después de un par de segundos serenándose un poco mas – … dile a mi hermana que le amo y gracias por su confianza, se que uniré a ella… vete y no vuelvas…

Cristóbal se desplomo y ella lo tomo con delicadeza entre sus brazos y con cuidado lo cargo y camino por lo que había sido la puerta de salida que ahora esta semidestruida y desapareció en medio de los escombros

Marius se quedo en silencio sumido en su pensamiento y observando la figurilla que estaba en el piso

*__________________*

- PERO PORQUE LE HIZO ESO, CORRERLO DE ESA FORMA!!!!!!
- …
- CLARO QUE LOS PREFIERO VIVO… BUENO ESO, PERO NO TENIA QUE SER TAN GROSERA LO HIRIO CON LO QUE LE DIJO
-…
- Y QUE SABE USTED LA VERDAD DE LOS CORAZONES DE LAS PERSONAS

Mekare había llevado a Cristóbal a una de las cascadas circundantes a la pirámide había dejado de llover y el cielo estaba claro iluminado por una luna en cuarto creciente, él estaba sentado en una de las piedras muy enfadado sosteniéndose una hoja en la herida de la frente, ella le había lavando la herida con el agua de la pequeña cascada
- …
- EL HECHO QUE TENGA MILES DE AÑOS NO LE DA EL DERECHO DE JUZGARLO POR LO QUE HICIERON OTROS VAMPIROS… EL ES DIFERENTE
-…
- ¡SOLO LO SE Y YA!

Mekare dentro un río con fuerte corriente, buscando algo en el fondo,  sonrío ante el sonrojo del jovenzuelo producido por las palabras que ella le transmitía a su mente

- Perdón no era mi intención gritarle de esa forma, pero es que, ¡me ha enojado mucho!, esta bien si no lo quería cerca, pero no era la forma de hacérselo sentir…
-…
- Si es cierto ya lo hizo y no pude echarse para atrás…
-…
- Que no se arrepiente, debería, él es una buena persona, hasta Drevon lo quería cerca para que nos protegiera…

Ella se detuvo y la sonrisa que había estado allí se desvaneció mientras Cristóbal hablaba que no se dio cuenta, que su semblante cambio, debido a que Marius bajaba por la pendiente caminando tranquilamente, al parecer algo recuperado y limpio, se había cambiado, llevaba su abrigo rojo, guantes y un maletín en su mano derecha

-… y él es su espíritu acompañante – continuo Cristóbal – creo que él quiere lo mejor para usted y además si no hubiera sido por él usted estaría iracunda todavía, porque aunque usted quiera lo contrario esta muy tranquila y yo creo que fu…
- Buenas noches – dijo Marius

Cristóbal casi se cae al río del susto cuando escucho la voz de Marius detrás de él
- he traído esto que le pertenece - dijo seriamente refiriéndose al contenido de la maleta, que dejo a un lado del chico
- ¿se va a ir Marius?, no le haga caso, ella es muy arrebatada  y… - tomando la maleta
- Te equivocas no me voy a ir, Cristóbal, es mi decisión el quedarme aquí, le parezca a usted o no – dijo mirando desafiante a los grandes ojos verdes de Mekare – en este mundo puedo ir y venir como me plazca y el que le haya echo una promesa a su hermana Maharet pesa mucho en mi y la cumpliré y si quiere detenerme máteme si eso le place… pero no me iré hasta haberla cumplido. Y  con respecto a lo que dijo de mi, sí, es cierto, la lloré como un niño tonto y le amo a pesar de que me haya traicionado, pero no le tengo rencor a nadie por su muerte, ella busco su destino final desde hace mucho tiempo atrás, pero sobre todo: lo que crea de mi, me tiene sin cuidado, hasta que cumpla lo prometido me desapareceré de su vista  y no volverá a verme lo prometo.          

Ambos se quedaron viendo a Marius, Mekare imperturbable como si no hubiera escuchado ninguna palabra y Cristóbal con la boca abierta nunca había visto enojado, al amable inmortal. 

Ella se acerco a ellos sin dejar de mirar los ojos azules que se resistían al temor que daba su presencia, el chico estaba nervioso por lo que podía pasar pero no se atrevía a decir nada que pudiera desencadenar un desastre. Ella llego a la distancia de un paso de Marius, y él seguía en su determinación; aunque él es mucho mas alto que ella, algo en ella parecía que fuera un gigante; pero, sin causa aparente  giro su rostro hacia Cristóbal que estaba inmóvil expectante  por lo que pudiera pasar, ella extendió la mano y Cristóbal busco presuroso dentro de la maleta, saco un hermoso anillo de esmeralda que puso la mano extendida, ella cerro el puño con la piedra preciosa y en su otra mano llevaba algo que le coloco en la herida de la frente del chico era una especie de fango y con tranquilidad se regreso al río como si nada, mientras observaba con cuidado la gema, colocándolo sobre su ojo  en dirección a la luna.

Marius busco alguna respuesta en el rostro del joven pero este seguía tan meditabundo como él sosteniendo el bulto de fango sobre su herida y dijo en voz baja

- Me ha dicho que… “son igual de necios...” eso significa que…
- Que al menos no moriré esta noche – dijo Marius guiñando un ojo al jovencito

Esto en nada le pareció una broma a Cristóbal pero al menos ahora en adelante serian cuatro.
Mientras que la pelirroja se guía jugando con el anillo de su hermana, se recostó en el agua flotando contra la corriente y sus ojos buscaban profundamente el cielo de la noche mientras el flujo del agua lavaba sus harapos de la sangre que aun quedaba en ellas, mientras Marius y Cristóbal conversaron alrededor de una fogata que había a cierta distancia prudente de Mekare.

- Así que fuiste tú – dijo Marius con tranquilidad
- Si y me disculpo por lo que le hice – respondió muy apenado el chico
- No te disculpes, soy yo, quién cometió un error imperdonable…¿acaso yo..?
- Noooo, claro que no, bueno… vera le explicaré: esa noche después de que usted entro  la habitación, de pronto se abalanzo, debo decirlo, torpemente, hacia nosotros aventó al pobre Yuri y Andrés aun lado, a Rafael y Esteban del otro, varios metros de distancia y no se preocupe, no mato a ninguno, pero, si los dejo tiesos por un rato, ¡a sí! y a Yuri solo le fracturo algunos huesos, lo que si deshizo fue el tercer circulo que no separaban del exterior, tuve que intervenir para detenerlo y le sumí en un sueño profundo pero el daño ya estaba hecho, mientras Don Tiaho viendo los círculos rotos y mas de cuatro chamanes en el piso, no le quedo de otra que sacar violentamente todo cuanto había dentro de ella,
- ¿Todo?
- bueno, ya que lo menciona, no todo, había algo que ella se negaba a desprenderse con tal poderío que hubiera sido como matarla si él hubiese podido quitárselo, así que don Tiaho se lo dejo… eso fue espectacular, sabe, aunque una persona normal lo único que hubiera sentido y visto fuera viento, pero en realidad fue una luz que nos dejo segados a todos y un impacto que nos hizo caer varios metros de donde estábamos, creo todos quedamos algo mareados por unos instantes. Drevon inmediatamente formó una enorme muralla de fuego al alrededor de su señora gracias a la sangre que habíamos utilizado y a la gran cantidad de seres que había a nuestro alrededor.  Tiaho sabia que la primera parte había concluido, cuando estuvimos en condiciones unos minutos después auque no de la mejor manera que con el desorden nunca se supo que poderes tenia ni donde quedaron…
- Por mi culpa – dijo Marius
- si y no – dijo sinceramente Cristóbal -  usted no nos ataco exactamente, fue su cuerpo controlado por Mekare, y eso paso, dijo don Tiaho, porque usted le miro a los ojos, aunque aun no entiendo como le hizo, si ella no tenia nada suyo…
- ¿y tu si? Pregunto con un aire de malicia Marius.
- bueno… si -  dijo el y de su morral saco una bolsita de tela y dentro de ella un traslucido cabello rubio
- ¿Un cabello? - dijo un poco sorprendo Marius al ver que un insignificante cabello lo había dejando dormido por meses
- Lo tome sin su permiso cuando… - continuo el chico - usted nos llevo por lo alto del árbol caído, tenga se lo devuelvo – extendió el largo cabello rubio cenizo 
- por eso siempre me advertían que ninguno de ustedes tuviera un contacto conmigo
- si, lo siento mucho 
- No es necesario, puedes quedártelo yo te lo doy.
El chico lo miro y una tímida sonrisa salia de su rostro, guardo el cabello en el mismo saquito y lo metió dentro de su morral.

- Ahora explícame como paso eso
- Mekare le utilizo, no concientemente, sino como un reflejo, porque en ese momento ella era como una niña que no quiere que le quiten la espina del dedo, porque sabe que dolerá y arma un berrinche… volviendo a lo que paso después… Tiaho evaluó los daños, nadie supo nada si había algo cambiado en nosotros, salvo algunos huesos rotos u otros inconscientes, eso si todo el mundo agotado y ella profundamente dormida como nunca lo había hecho antes del caos psíquico…
- Siempre estuvo despierta – se inquieto Marius
- A pesar de que su inconciente estaba como decirlo… apagado… su cuerpo no; siempre estuvo expuesto al exterior así que sus sentidos guardan recuerdos, lugares de donde estuvo, con quien, voces, conversaciones, cosas por el estilo, creo que, por el hecho de que su gente tiene una memoria prodigiosa. Si creo que ha eso se debe… y después… si… después de que a usted lo encerráramos dentro del pequeño cuarto, por ordenes de don Tiaho quedaba la gran pregunta ¿Quién seria el chaman que se quedara con ella para el tratamiento?
- y fuiste tu, ¿Tiaho lo decidió? – pregunto Marius
- No. Fue Drevon, Tiaho y doña Carminda decidieron que fuera Rafael, pero el no quería, cuando al fin acepto, Drevon no bajo las llamas si no que las intensifico después que Rafael alegremente se retirase, solo lo intento un par de veces pero Drevon no lo dejo pasar, hasta que las llamas se abrieron hacia donde estaba yo, así que sin pereza las atravesé, don Tiaho me regaño, porque lo hice sin pensar en la consecuencias…- un suspiro salio del chico - Drevon solo que dejaba pasar a mi y a nadie más

- Te arrepientes – pregunto Marius al no saber interpretar una sombra en sus ojos
- Si, al hacerlo lo hice pensando en mi y no en ella, en su bienestar, soy demasiado joven por lo tanto inexperto y tonto; ella necesitaba alguien que la estabilice emocionalmente no un chiquillo puberto que no sabe ni lo que siente de si mismo…  y mucho menos servir de base emocional a alguien tan dañado

Marius sonrió ante la bondad del chico
- Eso es lo que piensas tú, pero tal vez Drevon vio algo en ti que no vio en los demás chamanes a pesar de tener más experiencia que tú… ò Tiaho que te respeta, no a tu padre, sino a ti por lo que eres… si no me crees, contéstame esto: ¿crees que te hubiera dejado solo con ella? Y yo: veo la sabiduría salir de ti cada vez que hablamos.
Cristóbal lo miro como si nunca hubiera sabido esas cosas antes y como si no se las terminara de creer, y una lagrimita de felicidad se escurrió por su mejilla   

- de veras cree usted eso de mi Marius
- no esta en mi naturaleza mentir Cristóbal
- Gracias
- Que paso después  sobre todo los Gohuls de donde salieron, hace siglos que no veo ninguno
- bueno, después que Tiaho hizo la unión entre los dos al día siguiente… prometo explicárselo… - dijo después de que Marius alzo la ceja en señal de incomprensión - todos se fueron, solo quedamos nosotros dos en la pirámide me anime a quitarle los grilletes la primera noche antes que despertara, pero no le diga a nadie ya que me dijeron lo que hiciera después, es que, se miraba muy incomoda con esas cosas… cuando se despertó me miro como si de alguna manera me conociera, estaba algo confundida con el tiempo y el lugar donde estaba
- se lo que se siente – dijo Marius recordando el despertar después del hechizo.

El chico se sonrojo porque sabia que se refería a eso.
-  Pero empezó a confiar en mi creo que al principio debido a que me parezco a un antepasado mío y el hecho que pudiera invocar a Drevon a través de mi,  eso la tranquilizo luego de un par de días y  después de que yo le permití  ver mi mundo, supo que yo no quería dañarla, así que nos empezamos a llevar bien y comenzamos con el tratamiento, nos quedamos en la pirámide ya que ella la conoce muy bien, además ambos sentíamos que una de sus habilidades había quedado por algún lado dentro de la estructura, así que recorrimos cada rincón, ¡Mekare  me enseño nuevos e interesante lugares dentro ni se imagina todo lo que tiene!... hasta que, una noche volvimos a la sala principal fue allí cuando ella abrió el techo usando una combinación de símbolos movibles, y percibió su presencia a pesar de que usted estaba dormido, ella se inquieto mucho  inclusive tuvo la intención de…
- matarme
- Devorarlo creo, pero no por que ella fuera mala, ella es buena, sino porque lo creyó un peligro para los dos, dijo que no se debía confiar en un… vampiro, pero ¡yo le dije que usted no era así!, pero no me creyó, me dijo que no le despertara, así que decidí hacerle caso ya que discutir del tema la ponía de mal humor… pero, ¡no piense que me permitiría dejarlo allí tendido por años! por lo menos hasta que nos fuéramos a buscar a los demás, cuando Mekare fuera capaz de controlar bien sus emociones… Mekare no puede controlarlas aun y cada una de sus habilidades se basa en el control de las emociones, verá: cuando uno de esos sentimiento se hace sentir con demasiada fuerza nubla su juicio y por ende el control… después de un par de semanas el plan iba bien y su curación, mas que bien… hasta que de la nada nos atacaron esas cosas, ni si quiera pude sentirlas, esos hicieron que ella se llenara de ira incontenible que solo fue desahogada con una violencia igual de temible,  destruyo sin piedad con sus propias manos a todos y cada uno y… se alimento de ellos… después de eso me era muy difícil someterla para que volviera al estado de tranquilidad eso provoco un reverso enorme en su curación, pero a pesar de todo pensé que había sido una casualidad hasta que esta noche volvieron hacer lo mismo.
Mientras ella los masacraba fui a enmendar mi error y pensé en usted, por eso corrí a despertarlo, pero no se si ellos lo supieran, porque, la arremetieron conmigo, y si yo muero ella quedarían en un estado casi instintivo, sin la razón… ellos me alcanzaron antes de terminar de sacarlo de su sueño, Mekare vino en mi ayuda pero uno me lazo un golpe antes de que ella lo hiciera pedazos y mire como me dejaron – dijo mostrando su herida llena de lodo – y me desmaye, pero afortunadamente usted es muy fuerte y despertó por si mismo aunque en un mal momento porque ella volvió a beber de esas cosas cuando usted se acerco a ella… bueno usted ya sabe el resto… pero…
- Pero…- indico Marius

Cristóbal miro a Mekare que seguía tendida flotando apacible en el río
- Esta noche fue diferente a la anterior – dijo entre susurros, aunque Marius sabía que ella podría oírlos claramente a pesar de la distancia
- A que te refieres – Pregunto
- Es que… después que bebió de los corazones de los Ghouls… su furia no cedía incluso durante varios días, pero hoy fue diferente, hasta pudo bajar mis defensas y tomar mi voz para transmitir sus pensamientos a usted    

Marius medito por un momento y frunció el seño antes de hablar
- Seria acaso por mi sangre
- ¡Qué!, ¿su sangre?…
- Nosotros al beber de la sangre de otros inmortales podemos ver imágenes, memorias para ser precisos de eventos importantes de esa persona…
- ¡Asombroso! – murmuro Cristóbal
- … cuando bebemos de uno muy antiguo nos fortalecemos con su fuerza.
- es posible – interrumpió Cristóbal - que siendo usted alguien tan calmo de espíritu, halla estabilizado a Mekare con su sangre… ¡sorprendente!, sabia que usted tenia que estar aquí con nosotros por una muy buena razón mi instinto no me falla
- ¿porque lo dices? – pregunto el inmortal al ver la emoción del chico  
- acaso no cree en la predestinación
- No, nosotros hacemos nuestro propio destino basado en las decisiones que tomamos
- mmm pos yo no creo eso y usted lo comprobará después – dijo riendo el muchacho aunque Marius no entendía porque, ya que en la mente de Marius aun había una interrogante mas importante
- Te ha contado ella de alguien que no quiera que sane – le Pregunto  directamente a Cristóbal quien dejo de reír
- … cree usted que…
- si estoy seguro que alguien tiene la intención de que ella no sane
- un vampiro
- o alguien mas que puede ser capaz de levantar los cadáveres – dijo Marius
- un hechicero… pero ella no me ha dicho nada, claro que aun no razona con claridad…
- No creo que regresen – conjeturo Marius – no tenemos que preocuparnos tanto ahora, ya que no es su intención el matarla pues mandarían seres tan débiles y yo estoy aquí para enfrentarlos  le preguntaremos hoy en la noche 
- ¿porque en la noche?, ahora es el momento para salir de dudas además esta muy tranquila
- porque dentro de media hora amanecerá
- ¿Como? - Levanto la vista hacia el cielo que aun estaba oscuro - ¿Me ha pasado de nuevo? 
- ¿a que te refieres?
- si es que ella no le gusta dormirse, podría ayudarme Marius
- si por su puesto, ¿pero a que?

El chico sonrió tímidamente a su pregunta y se fue donde Mekare había estado durante casi tres horas, flotando en el agua tan pasible y tranquila cuando el jovencito se acerco ella le miro
  
- Es de madrugada y el sol no tarda en salir
- ….
– ¡haaay! no me haga esto de nuevo, ¡por favor!, y vallamos a un lugar seguro para que usted descanse y yo también, estoy cansado
- …
- no se puede quedar tirada por allí, esta en el agua y no en tierra la vez pasada tuve que echarle tierra en cima y  la otra vez…
- …
- si ya se eso, pero, esta vez tenemos compañía, aunque no le guste, hágame caso Mekare mire que ahora soy su maestro no me haga pasar vergüenzas…
-….
- ¡no lo parezco, pero lo soy! no me obligue a usar eso

La sonrisa juguetona de ella se volvió en una sonrisa satírica 
- …
- si lo haría – dijo seriamente Cristóbal - ¡pruébeme!, se que no le gusta hacerlo y tiene una parte de razón pero si no duerme se vuelve enojona y eso también es malo para usted, y eso forma parte de sus ejercicios de control, ahora va a seguirme…

Otro suspiro salio de Cristóbal y mirándola directamente a los ojos antes que ella se diera cuenta el la hizo dormir profundamente
- ¡Señor Marius!  - exclamo Cristóbal cuando ella empezó a ser arrastrada por la fuerte corriente

Pero Marius había entrado en el arroyo y  tenía en sus brazos a Mekare, quien dormía placidamente con una pequeña sonrisa en sus labios, como una niña que ha hecho una travesura, él la miro y por un instante ella hizo que se diera cuenta de algo, aunque no sabia que.

- Marius, ¿está bien? –pregunto nuevamente Cristóbal
- Si – dijo el dejando a tras ese pequeña sensación de que había olvidado algo - a donde nos dirigimos.
-haaaa… si… hacia allá – dijo el chico dirigiendo su dedo al otro lado del río mientras se encaminaba a tomar el maletín y apagar rápidamente la fogata, caminaron muy poco hasta llegar a un enorme árbol allí entre sus raíces (esto no sorprendió a Marius) el chico con dificultad quito varias piedras ya que se negó a la ayuda del inmortal, aduciendo que el llevaba en brazos a Mekare, despejo una pequeña abertura, como el de una madriguera, era algo estrecha para el hombre rubio pero sin tanto problema paso por ella al entrar sintió una sensación de tibieza reconfortante ya que afuera el sereno de la mañana helaba los huesos, dándose cuenta de que no era tan pequeña por dentro, era una especie de cuarto rectangular de piedra lijada como los otros aunque sin ninguna decoración ni muebles de piedra y muy pulcro, allí estaban las cosas de del jovenzuelo en una esquina entre otros enceres.
Cristóbal había entrado primero y con la ayuda de una lámpara de mano que estaba en su moral ilumino el salón, había extendido una colcha en el piso en uno de los lados oscuros del cuarto.

Marius recostó con cuidado a Mekare en el lecho improvisado pero no pudo erguirse ya que ella había tomado entre sus manos una de las solapas de su chaqueta roja sin que él lo hubiera notado cuando la cargaba, el tomo su mano blanca e intento abrirla pero su agarre era impresionante, temiendo despertarla si la forzaba, miro hacia a tras a Cristóbal para ver que hacia al respecto, pero este solo sonrió picarescamente.

- ¡ya esta amaneciendo, creo que voy a buscar algo de comer!
Y salio del cuarto presuroso… ahora, de Marius, salio un pequeño suspiro seguido con una sonrisa, la miro tan tranquila y pasible tan diferente del ser que hacia unas pocas horas casi le mata con su expresiones frialdad… ese sentimiento de haber olvidado algo vino nuevamente a él.

- ¡no se preocupe por el sol,  por las ramas de este gran XXX la luz no llega hasta aquí! – dijo Cristóbal al meter la cabeza por el agujero.
- estoy seguro de eso - dijo Marius
- bueno… ¡Señor Marius…!
- Si, dime – dijo el Rubio
- Ella puede ser un poco cruel a veces, trate de comprenderla, es una criatura salvaje y muy lastimada su instinto natural ha hecho que ella sobreviva y ese instinto le indica defenderse de todo y todos.
- lo se – afirmo Marius con tranquilidad
- y… es  difícil que ella llegue a confiar en alguien de su especie
- Tengo tanta paciencia como tiempo – dijo con una sonrisa Marius 

El chico sonrió con felicidad ante la respuesta de Marius
 
- ¡ya me voy! ¡No tardo mucho!, y no se preocupe por ella dormirá hasta la noche, eso si no la perturbe, por si las moscas… con ella no se sabe como se despierte.

Volvió a salir dejándolos solos Marius y Mekare… casi solos

El con cuidado, desabrocho la chaqueta y se la dejo a Mekare entre sus manos; en el interior de su cuerpo Marius aun estaba adolorido sentía sus huesos y músculos curarse así mismos, en su blanca piel estaban visibles las marcas que había dejado las manos de Mekare, ya no tenia su camisa porque había quedado hecha trizas, y como nunca había conocido la vergüenza no le molesto quedar con su piel expuesta tampoco sintió frío a pesar de que el resto de su ropa estaba empapada ya que el cuarto era muy caliente.

Se acomodó en uno de los rincones frente a ella, para dormir. El sol había salido, su cuerpo pedía a gritos un poco de descanso,  sus parpados estaban pesados y perezosos; se dejo vencer por el sueño diurno mientras que un resplandor muy suave, calido los tocaba, pero no sentía miedo los abrió y se encontró flotando en lo alto de una gran habitación casi tocando el techo y frente a él un lienzo muy grande extendido sin marco flotando como el en el aire, cuando quiso distinguir que había en el, esté brillo de tal manera que la luz blanca envolvió todo a su alrededor…

Continuará 2da parte Cap V.