domingo, 15 de julio de 2012

Cap. V – Marius, Mekare y ¿Cristóbal? 2da Parte


Tenia un calor insoportable y estaba empapado de un sudor frío, su frente y ojos pulsaban dolorosamente ni que decir del resto de su cuerpo, pero estaba contento porque tenia mucha hambre, le avergonzaba decirlo pero desde hacia mucho tiempo no comía comida tan buena, estaba oscuro solo podía ver las negrura de la nada, escuchaba los sonidos de las criaturas de la selva sobre todo uno muy parecido al que produce el rascar, busco a un lado y sintió un bulto era su foco de mano lo encendió y una luz artificial ilumino un pequeño segmento… un sobresalto hizo pensar que estaría solo y movió la luz buscando a sus imperecederos amigos, sabia que a pesar de todo ella estaría con Marius pero eso no dejaba de preocuparle, ella podría salir de día, pero le había hecho prometer que no lo haría, pero ¿le habría desobedecido?.

Al  mover la luz recorriendo la habitación en una esquina dos chispas de luz brillaron oscuridad, era Marius que estaba sentado recostado en la pared cuando la luz lo ilumino su piel blanca, parecía tener brillo propio… este le sonrió ampliamente mostrando sus enormes caninos, antes de que pudiera pronunciar alguna palabra referente a Mekare, él le indico con el dedo hacia arriba, así que iluminó el techo, y allí estaba ella; hincada, sobrenaturalmente, en el techo del cuarto de piedra, estaba afanada dibujando una y tras vez sin notar la luz que estaba sobre ella, el techo estaba completamente lleno de figuras y signos tallados en la piedra pulida, cuando terminaba uno buscaba el espacio vasillo, y empezaba otro repasando una y otra vez con sus uñas hasta dejar una fisura profunda la piedra.

Por unos minutos quedo tan abstraído por la forma que la gravedad no la afectaba, había olvidado el pequeño detalle que ambos, Mekare y Marius, contradecían completamente las leyes principales de la vida, que  como chaman bien conocia y confiaba, no eran afectados por el espacio y el tiempo… solo la materia y el espíritu…

- ¿Pero que esta haciendo? – pregunto Cristóbal alzando la voz de pronto

La mujer pelirroja se detuvo y observó hacia a bajo al chico, se deslizó antinaturalmente por las paredes y llego a su lado, hizo a un lado el cabello y le dio un beso en la frente

- ….
- no lo había notado, si, se me ha quitado por el momento… - dijo el chico un poco sonrosado pero no por la fiebre – pero que estaba haciendo…
- Escribiendo, si, eso ya lo vi, pero…

- Nosotros – dijo Marius tranquilamente al ver la cara de Mekare al parecer extrañada por la pregunta insistente de Cristóbal, que no entendía lo simple de la respuesta de Mekare – solemos apasionarnos con ciertas actividades a fines a nuestra persona, es una interesante forma de pasar nuestro el tiempo… 
- y llegan a obsesionarse? - pregunto
- a veces, cuando somos afectados por algún evento, nos sumimos en esa afición para filtrar esas emociones, aunque a veces no sirve de mucho
- le ha pasado a usted
- si, un par de veces
- ¿Qué hacia? Y ¿Por qué? – se emocionó el chico al saber mas del inmortal

Mekare al parecer le reprendió por ser tan curioso 
- Pintaba a diosas griegas, siempre con la encarnación de una hermosa mujer, fue por que la extrañaba… podría resumirse todo en un abandono amoroso – contestó el caballero rubio
- mmm ya veo y…
- …
- Si tengo mucha hambre que hay de cenar… guao – exclamo el chico al ver que Mekare sacaba de una olla un manojo de hojas de plátano dentro un manjar -  serpiente, Hmmm, que rico – siguió, desenvolviendo apresuradamente el preciado contenido de su envoltorio mostrando una serpiente desollada y amorenada por el fuego al que fue expuesta, rápidamente con sus blancos diente comenzó a devorarla vorazmente.

Marius y Mekare observaban como el chico tragaba el exotico platillo hasta que se detuvo por un momento temiendo que se hubiera atragantado, pero el mirando a su alrededor y con un aire de incertidumbre dijo
- cuando ha hecho esto – le pregunto a Mekare
- …
- Esa no es una respuesta…a caso usted salio en el día y no me diga que no esta solo se deja ver de día
- …
- me prometió que no saldría de día, y mucho menos sola
- ¿De día?  - pregunto Marius
- Si ella puede ver el sol, lo descubrí hace unas semanas a tras, después de un par de sustos que me hizo pasar
Mekare encontró chistosas estas palabras y comenzó a reír silenciosamente
- ¡Si! ríase!!! Casi se me sale el corazón, ¡cuando la vi contemplando el amanecer! – dijo en tono de reproche a Mekare y en son de queja a Marius

Mientras Cristóbal se peleaba con Mekare por su salida diurna sin permiso, Marius meditaba sobre lo que acababa de escuchar
- … pues no, me lo prometió…
- …
- pero yo no digo nada de eso, si esta muy rica, mire casi me la termino… pero eso no tiene que ver con que usted haya salido sin mi permiso
- …
- si sin mi permiso, yo soy responsable de usted, ¿Verdad que si, Marius?
- … Si claro, no es bueno que ande sola – dijo Marius a la mujer pelirroja 
- ¡pues claro! no ve que nos preocupa que tal si… si  usted se hubiera encontrado con esas cosas.

Un silencio se apodero de la habitación
-  ¿Podría decirnos quienes son ellos, y porque la buscan? – pregunto seriamente Marius aprovechando la oportunidad dirigiendose directamente a Mekare
- …
- dice que no sabe
- Esta usted segura, me parece que de alguna manera lo que buscan es interrumpir su curación por eso atacaron a Cristóbal
- Marius tiene razón Mekare, si sabe algo debe decírnoslo, debe ser alguien que usted conoce o conoció, que le desee algún mal, tal vez otro inmortal o algún espíritu oscuro que sea capaz de conjurar esas criaturas o algunos de sus descendientes
- …
- ninguno que haya… Ahh!!
- Que dijo - pregunto Marius 
- dice que… ninguno de sus enemigos ha sobrevivido a través del tiempo y que… ella… bueno, no queda ninguno.
- ¿Esta completamente segura? – volvió preguntar Marius
- Dice que si, aunque… también dice que todo es posible
- otra cosa mas, Mekare, desde que he estado aquí, no he sentido su presencia ni siquiera cuando esta con ira, y yo también puedo hacerlo con naturalidad, pero ¿podrían ciertas personas saber donde estamos a pesar de esto?

Mekare sonrió ante esta pregunta
- dice que… - y Cristóbal cayo una impresión de tristeza en su rostro
- un chaman podría, verdad – confirmo Marius
- si – dijo seriamente Cristóbal -  no es posible que alguno de ellos hubiera echo semejante cosa si no ¡ya no seria un chaman!
- Tal vez Cristóbal, pero solo quedan ellos
- pero
- Ellos eran los únicos que sabían que tu y ella se quedarían aquí  - dijo Marius - el porque, podríamos enumerar de muchas cosas entre las que sobresale, la avaricia u odio…
- …
- ella dice que tal vez quieran quedarse con algunos de sus poderes,
- Pensé que ellos no sabrían si eran portadores de alguno – dijo Marius
- Si, debería ser así,  pero solo, si hubiera acabado la ceremonia, después de ese desorden cualquiera pudo haber surgido después de un tiempo
- tienes alguna idea de quien es lo suficientemente fuerte para hacer estas cosas

Un suspiro salio del chico
- Todos y cada uno de nosotros éramos capaces de hacer ese tipo de rastreo solo se necesita un objeto de alguno de nosotros para saber donde estamos
- objeto – pregunto Marius
- si, un cabello, un botón, un hilo de una prenda, cualquier cosa sirve si el chaman… el hechicero en bueno en lo que hace…

- Será mejor que deshaga cualquier conexión externa, para ver si, así nos dejan en paz – dijo muy enojado Cristóbal levantándose del su tendido pero Mekare le detuvo colocando su mano en el hombro y le señalo  las entrada en ella habían dibujado con yeso en la orilla de la puerta varios símbolos que Marius pareció reconocer, aunque no sabia de donde

- …
- lo sospechaba pregunto Marius

Mekare asintió con la cabeza
- así que no me dijo nada, ¿Por qué si se puede saber?...
-…
- No quería entristecerme, por eso no me lo dijo, no me gusta que haga eso, no es bueno para ninguno de los dos, sabe muy bien que la unión que tenemos se basa en la confianza absoluta
- …
- esta bien, pero no lo vuelva hacer ¿y que hacemos ahora? – pregunto el chico a lo dos claramente enfadado
- Ciertamente cambiar de domicilio – contesto Marius    

Y yo aquí aplastado sin poder hacer nada
- no te preocupes por eso, - le tranquilizo Marius – solo debes recuperarte y nos iremos a otro lugar mas seguro

El chico trato de disimular su enojo, recostándose de nuevo pero su pecho respiraba fuertemente, estaba realmente enojado, aunque, ni el sabia con quien: con su dama pelirroja, por creerlo tan frágil;  Marius por no habérselo dicho de un solo; o, con él mismo, por ser tan ingenuo y no haberse dado cuanta antes, era tan obvio. Ella siempre había tenido razón no se podía confiar en alguien como él de inútil. 

Mekare se recostó a su lado ignorando los resoplidos de su aun congestionado pecho, acarició su cabello azabache haciéndole poco a poco dejar aun lado su frustración para caer de nuevo rendido al sueño.

*_________*

Desde esa noche le siguieron muchas mientras Cristóbal se recuperaba, había surgido una rutina entre los tres: Mekare esperaba a que Marius abriera los ojos antes del crepúsculo; cuando lo hacia, ella salía con el morral de Cristóbal por la pequeña entrada (ella lo había tomado la segunda noche de la enfermedad del chico, la había visto vaciar el contenido dentro de la maleta, donde estaban sus cosas y verla irse), él prudentemente esperaba que se alejara un poco para que ella no sintiera que invadía su espacio y el le seguía a la distancia a través de sus sentidos al cabo de mas de media hora traía el morral lleno de alimento para el enfermo.

Mekare le cuidaba con ternura maternal mientras Cristóbal dormitaba despertando esporádicamente para sus necesidades básicas que ella aprovechaba para darle su medicamento en gotas y alimento que ella le tenia preparado con la fauna circundante del lugar, Marius pudo enumerar una serie de criaturas desde insectos, reptiles, mamíferos,  hiervas, hojas raíces, frutas y flores; en su vida, era la primera vez que veía a un inmortal preocupándose por esos menesteres tan humanos como lo era el “cocinar”, el chico se elevaba de ánimos diciendo que siempre estaba rico. Ella, e inclusive él se complacían verle devorando cada bocado con tanto entusiasmo.

El también había aprendido ayudar, el preparaba el fuego para hervir el agua y le gustaba observar a Mekare preparar los alimentos con tanta dedicación y concentración así mismo siempre le daba asistencia con las cosas filosas.

Cuando el joven se dormía después de comer y tomar su medicamento (y cuando su fiebre bajaba) ella aprovechaba el tiempo para si misma regresaba al espesor de la selva con el morral vacío pero esta vez no en busca de alimentos sino otras cosas, se dedicaba largas horas a escarbar en el negro piso de la selva, sacaba hierbajos y raíces escondidos en lo profundo de la tierra; de la copa de los árboles frutos incomibles y flores de formas extrañas, también insectos escondidos en lo profundo del lodaseras y intrincadas huecos de árboles caídos en estado de descomposición, siempre terminada cubierta de pies a cabeza de sedimentos que se le pegaban en el cuerpo y la ropa, pero a ella no parecía importarle mucho, un poco de lodo en su piel o insectos en su cabello o que de vez en cuando su ropa se rompiera un poco cada vez, Marius sabia que estaba feliz de estar en un lugar como ese, antes de que el jovencito fuera a despertar se iba al río más próximo y descansar sobre la corriente del agua como la primera noche que la conoció desprendiéndose así cualquier cosa que se había adherido a su blanca piel.

Había algo, que Marius sentía cada vez que ella le miraba directamente a los ojos, y extrañamente no podía decir que era, no era miedo, pues este ya se había ido hacia mucho tiempo. Él siempre se preocupaba por ella sobre todo cuando salía,  temía que fuera atacada por los ghouls, por lo que él solía seguirla a la distancia, ella consiente de su presencia lo ignoraba.

El había podido notar sobre todo cuando algunas veces estando en completa calma solía detenerse de pronto de sus actividades para cerrar sus ojos y quedarse así un rato para controlar las voces dentro de su cabeza que le causaban tanto dolor, voces que Marius sabia que pertenecían a cada bebedor de sangre que existía y que ella había decidido no compartir esa carga con Cristóbal o con alguien mas.  

*_________*

Esa noche en particular Cristóbal estaba muy inquieto y la fiebre no había bajado en absoluto se había, ambos inmortales podían verse claramente en la oscuridad y se daban miradas de preocupación, ya que solo necesitan una ínfima cantidad de luz para que sus ojos de vampiro puedan ver perfectamente.

Marius estuvo a punto de preguntar algo, cuando el chico empezó delirar de nuevo debido a la fiebre y de sus ojos comenzaron a salir abundantes lágrimas y sus manos buscaban desesperadamente algo en su pecho que no estaba allí.

Mekare puso sus manos en la frente del chico y cerró sus ojos, poco a poco Cristóbal se tranquilizo pero en su rostro se reflejo un hito de tristeza, sin perder tiempo, ella se levanto rápidamente y salio afuera donde había una terrible tormenta, Marius preocupado por los dos, opto por seguir a Mekare, a cierta distancia.  Recorrieron un camino muy largo en tan solo unos cuantos segundos  llego a lo alto de la pirámide y subiéndose a una terraza abierta recientemente, brinco desde allí en dirección opuesta, se adentro en la jungla después de recorrer un largo trayecto a una velocidad increíble llegaron a las orillas de un pantano.

Ella dándose la vuelta intempestivamente se acerco a Marius y extendió la mano. El al no saber lo que ella le solicitaba, extendió los brazos en señal que ella podía tomar lo que quisiera de él, ella dudo un momento pero un relámpago estallo muy cerca de ellos.

Ella se acerco a el muy despacio sin quitarle la mirada de los ojos azules e introdujo su mano dentro de uno de los bolsillos de Marius en el cual encontró el pequeño dije de jade, ella busco una roca angular, en ella puso el objeto en balanza cerro sus ojos colocando las manos arriba del objeto para que el agua no llegara a él, este después de un par de segundos comenzó a girar sobre si mismo lentamente como si una pequeña mano invisible lo moviera, después de detenerse la nariz del jaguar quedo en dirección al pantano, la cual ella siguió, no sin antes tomar las manos de Marius y forzarlo un poco a ponerlas de la misma forma que ella antes y de indicarle en señas, que no le quitara la vista al objeto, a decir verdad, ella era muy hábil para hacerse entender cuando quería.
Le pidió que le dijera cuando el objeto girara sobre si mismo de la menera siguiente: haciendo girar el jaguar con su dedo índice, toco la garganta y los labios del inmortal y luego llevando el mismo dedo a su oído.

El asintió con la cabeza en señal de comprensión y ella tomo la dirección que había indicado el dije, se introdujo dentro de la espesa laguna de lodillo que se incrementaba con la lluvia, sin ningún problema, mientras avanzaba lentamente el objeto no se movió después de estar casi a 20 metros de distancia, el dije giro sobre si mismo rápidamente.
- EL JAGUAR ESTA GIRANDO SOBRE SI MISMO – Grito Marius

Se detuvo al escucharle desapareciendo en aquella lodasera.
A Marius no le gusto mucho la situación, pero sabia, que de alguna forma eso no seria un problema para ella, y espero, tomo entre sus dedos el dije, estaba seguro que el espíritu del niño llamado Itsa fue quien la guío hasta ese lugar, pero ¿para que? además Cristóbal le había dicho que ella no podía comunicarse con espíritus todavía.
Había muchas preguntas y cosas que Marius no comprendía en este nuevo mundo, desconocido para el y resultaba muy frustrante no poder aclarar sus dudas.  

Al darse cuenta que la lluvia había cesado y que jugaba impacientemente con el jaguar de jade: decidido, lo guardo en su bolsillo se quito la chaqueta roja y los zapatos y con desagrado se adentro en el pantano, el cual era muy profundo, evito sumergirse hasta la cintura gracias a sus habilidades sobrenaturales de levitación, llego al lugar donde la pelirroja se había sumergido, el no viendo otra opción también lo hizo pero cuando estaba dentro de esa masa, algo lo rozó, era una serpiente gigantescas que paso a su lado, el guardo la compostura debido a la impresión y agudizo sus sentido, aunque era muy difícil en tal lugar que impregnaba todo su cuerpo de tierra mojada y sedimento, después de un rato sintió una mano muy calida, era Mekare que le daba un jalón algo brusco, para llevarlo a la superficie.
A ella, ciertamente, no le agrado la cercanía del inmortal y se lo hizo saber con una mirada fulminante que hizo que el inmortal se alejara un poco.

Los dos inmortales eran dos visiones de terracota en movimiento, cubiertos de lodo oscuro que apenas dejaban ver sus ojos, Marius un poco molesto trato de quitarse todo lo que pudo pero era virtualmente imposible, así que al ver a Mekare desaparecer en el verdor de la selva nuevamente la siguió a una mayor distancia que la anterior cuando al fin le dio alcance en una zona de la selva constituida unas cascadas mucho mas pequeñas que otras pero la fuerza de la corriente era mayor, ella estaba quitándose los harapos que le servían de vestimenta y entro en el centro de de los rápidos.
El inmortal no pudo evitar notar la belleza que poseía Mekare tanto que su mirada no paso desapercibida, pero fue ignorada, por ella.

   
Marius después de un rato viéndose totalmente cubierto de tierra, también se dio un baño, al quitarse la ropa y sumergirse en el río, la gélida agua hizo que su cuerpo se resintiera , fue la primera vez que en verdad deseo estar en uno de sus cómodos baños de azulejos con agua caliente y burbujas de jabón y colonias de perfume. Se lavo lo más rápido que pudo y alcanzando sus ropas las froto con sus manos para quitarles la tierra, pero estas no dejaban de temblar.
Se criticó así mismo por no tener mas que un pantalón que tubo que volverse a poner mojado y el resto de su ropa estuvo empapada porque después de un rato volvió a diluviar con igual o mayor fuerza que antes cuando regresaron al fin a la reconfortante cámara su cuerpo no dejaba de temblar pies a cabeza, sin embargo Mekare estaba tan tranquila como si nada.

Cristóbal seguía dormido no había notado la ausencia de los dos, ella se recostó al lado del muchacho a quien tomo la temperatura con un pequeño beso en la frente, luego le suministro el medicamento

Cuando Marius al fin pudo entrar en calor gracias al reconfortante habitación para la hora del alba, ella arranco de su cabello uno cuantas hilos de su rojo y largo cabello, por un momento Marius imagino a su hermana Maharet hilando con la rueca, pero Mekare en cambio, las trenzo haciendo un largo y delgado hilo  luego de  su pecho saco  una   pequeña medalla de plata qué coloco alrededor del pecho del jovencito, él entre sueños volvió a buscar en su pecho y esta vez encontró lo que anhelaba, después de eso Cristóbal se tranquilizo y la fiebre bajo.

Marius sorprendido de que un objeto tan insignificante como aquel, fuera capaz de hacer semejante efecto en la salud de una persona, pero, desde que estaban en ese lugar, su conocimiento previo había sido derrumbado mas de una vez provocando que  en sus pensamientos solo pudieran adivinar y con conjeturar, por ejemplo, el como ella había sabido lo que debía buscar sin tener que preguntar y como había hecho para que un espíritu le indicara donde encontrarlo y el hecho de encontrarlo en un lugar imposible como ese era mas increíble todavía… poco después, cansado, como siempre desde que estaba en ese lugar Marius se dejo vencer por el sueño.
               

Fin Cap. 5

Continuará

1 comentario:

  1. Mis personajes favoritos al fin juntos!!!!! espero que les guste ver un momento cotidiano!!!

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