lunes, 7 de mayo de 2012


Voces en el Silencio
 
Cap. I – Déjame Ir. 
 
–…Está con un rudo y torvo animal, bestia temerosa, de sangre y de rojo las fauces, de furia los ojos de mal: El lobo de Gubbia, el terrible lobo…

Un hombre muy delgado pálido como la luna, de cuerpo frágil; sus ojos amarillos iba y venia sobre las líneas del libro, con una voz de tono grave pero muy tranquila, atravesaba toda la habitación, su nombre es Eric
–…rabioso ha asolado los alrededores, cruel ha deshecho todos los rebaños; devoró corderos, devoró pastores, y son incontables sus muertes y daños…

Pacientemente leía, pero de vez en vez, levantaba sus ojos que tenian un brillo misterioso y feroz, para tratar de encontrar a su oyente mirándole directamente, haciéndole saber que lo que él decía era escuchado, pero siempre esos ojos verdes esmeralda estaban perdidos observando la nada... – con  desilusión,  más no con sorpresa, volvía a la lectura.

Una joven pelirroja de ojos verde intenso entro a la habitación y con gracia lo interrumpió   
– ¿Por que le lees eso?, debería ser algo mas...
– Intelectual... eso me parece sumamente aburrido, Jessie, demás,  no hay nada mejor que los poemas, y me imagino que en donde ella vivió había muchos criaturas salvajes… pero tal vez la poesía no es de su gusto – lo dijo más para si mismo que para Jessie - pero lo intentare mañana con otro libro.
– querida Tía – dijo la joven que no tenia mas de 22 años de edad cuando recibió el don oscuro al menos su apariencia, mientras avanzaba hacia la mujer - vengo a darte un paseo por el bosque, hoy hace una noche preciosa de luna  llena que disfrutarás mucho y el clima esta tan agradable – comento Jessie con ternura en su voz dirigiéndose  a la mujer de ojos verdes y cabello rojo sangre que tenia rizos igual que los de ella, tan parecidas eran una a la par de la otra, que bien pudieron ser hermanas.
– ¿Tu? Y ¿sola? – replico Eric con angustia
– Si, que pasa, que tiene de malo
– Sabes que a Maharet no le gusta…
– No digas tonterías, Eric, ella prefiere pasear que estar aquí encerrada, además, si ella quisiera irse, se iría y ya – como un gesto de cariño le acomodo el cabello y la tomo de la mano llevándola con ella, la piel de la jovencita se calento por la temperatura de la dama y ella como una muñeca se dejo llevar por la joven.  
– Sabes que eso no es posible y menos en su estado, podría lastimarse como hace…
– !NO!... no lo creo… además deja de hablar de esa manera, ella nunca nos lastimaría…
– No me refiero solo a eso, además, le pediste permiso a Maharet
– No, y no lo necesito, solo la llevare a pasear
– Solo Maharet puede llevarla… hazme caso por favor Jessie
– No haremos nada malo, además hay demasiados antiguos desde ayer aquí, como para que ella tenga que tolerarlos, prefiero alejarla…   
– bueno, al menos deja que te acompañe – dijo Eric en tono de cansancio.
– Además, por si no lo has notado la muchedumbres le molestan, y Maharet confía en mi, si no, ella no me hubiera pedio que la acompañase cuando ella estuviera ocupada hoy, sobre todo con los problemas de Lestat
– y porque no lo dijiste antes…
– Porque no preguntaste antes.

Los jóvenes y la mujer, los tres, de cabellos relucientes, ojos incandescentes y piel blanca, uñas largas y brillantes que resplandecían como diamante, sobre todo en la mujer en silencio que parecían acentuarse todas esas características mucho más; le llevaron fuera, a un bosque que rodeaba la enorme mansión, pero su alegría y cariño con que la trataban no parecía sacarla de su indiferencia ella caminaba a su ritmo, con ellos, su cuerpo porque ella realmente no estaba allí.

*____________________*

Marius, un hombre muy alto, de contextura varonil, ojos resplandecientes de color  azul zafiro profundos como el cielo, llenos de sabiduría; poseía una melena rubia casi con tonos blancos tan larga que llegaba a la espalda, vestido elegantemente de las mejores casas de moda, con botas negras, pantalón negro camisa blanca y un abrigo largo de terciopelo rojo, caminaba con paso tranquilo por el bosque que rodeaba la inmensa casa la cual  debido a su estructura se confundía en la montaña en que estaba construida tan hábilmente: como en una, en la que un día habían estados todos reunidos por primera vez. Esperaba para ver Maharet de nuevo pero esta vez a solas, sobre todo  pensaba en como podría sacar de esta a Lestat, todos en el concilio le conocían ya, siempre estaba armando alboroto como un pequeño infante que necesitaba juegos con que entretenerse sin nunca medir las consecuencias de ellos o el impacto a terceros, si, como él siempre le llamaba: “Príncipe malcriado”, pero esto podría superar a sus fuerzas y sobre todo sus “travesuras” y traer graves consecuencias a todos, esta vez intercambiar su cuerpo tan poderoso por el de un mortal al que llaman “Ladrón de Cuerpos”, ese hombre que ahora esta haciendo estragos y exponiéndolos a todos los bebedores del sangre al mundo.

– Que rayos pensabas Lestat.  -Exclamó en voz alta Marius  para si, un tanto enojado; tal vez podría al menos hacerle desistir a Maharet de su decisión, destruir el cuerpo de Lestat, pero que haría Lestat ahora, pensó en  la última vez que le vio en un cuerpo tan frágil mortal temblando de los pies a la cabeza en medio de la lluvia implorando su ayuda, pero ya era demasiado tarde, lo único que puedo hacer es evitar que Maharet destruya su cuerpo inmortal. 

Marius Llego pronto al final del lindero junto a un pequeño arroyo que desembocaba en un tranquilo estanque, alrededor el tupido bosque que se movía y murmuraba tranquilamente al son del viento, allí se detuvo para contemplar la luna llena en todo su esplendor… pero un acontecimiento inesperado, la luna tomo un leve oscurecimiento en uno de sus bordes, entrando en una penumbra, él sonrió ante este evento, un eclipse lunar había comenzado.

Al ver el reflejo de la luna en el agua quieta, reparo que no estaba solo, era otro ser como él pero mas antiguo, salía del espeso bosque del lado opuesto, era una mujer alta, con cabello rojo rizado que le llegaba al final de su espalda, su figura engalanada con un vestido verde largo entallado en la cintura, caminaba hacia la orilla del estanque, sin duda era Maharet... pero como era posible que no hubiese sentido esa presencia con anterioridad, a caso estaba tan sumido en su preocupación por Lestat, para no percatarse de esa entidad... ese tipo de descuidos siempre le molestaban y mucho… él con cortesía la saludo a la distancia como suelen hacer con su voz mental, pero ella pareció ignorarle, eso a él no le molesto en absoluto solo sonrió con dulzura ya que ahora tubo un buena excusa para acercarse mas y poder contemplar su belleza mas de cerca.

Ella tan pálida como él, pero infinitamente mas fuerte, ya que el tiempo (casi 7,000 años) que había recorrido su cuerpo a través del tiempo le había hecho una de las criaturas mas fuertes entre todas; igual que a su hermana gemela Mekare, tal vez a ella un poco más, porque había sido Mekare, quien de un limpio golpe había dado muerte a la Reina malvada Akasha y tomo de esta el poder que los mantenía “vivos” a todos. Aunque ninguno la había visto desde hacia varios años, y se decía que estaba sumida en un mutismo desde aquel día y Maharet le protegía con recelo.

Dirigiéndose hacia su encuentro sintió un fuerte escalofrió en su espalda, seria el sonido de las palpitaciones del corazón de ella: fuertes e inquietantemente tranquilos, o seria que ellos le  recordaban antiguas memorias... o bien el viento frió que había descendido haciéndose sentir más intensamente, pero sin prestarles mucha atención siguió caminado.
    
Ella ignoro la proximidad de Marius igual que el cambio de clima, y entro poco a poco al estanque hasta quedar sumergida hasta la cintura, quedando allí inmóvil observando el cielo estrellado y la luna llena que poco a poco era invadida por la oscuridad, tal vez sumida en sus pensamientos y en los problemas que acontecían.

Marius le pareció interesante su comportamiento, ya que las veces que había estado en presencia de Maharet se había comportado como una generosa y dulce persona, siempre encantadora; pero, los bebedores de sangre siempre se caracterizan por sus comportamientos especiales; así que cuando él estuvo cerca los suficiente para observar en ella los rizos de cabello rojo incandescentes hondeando por la brisa, la piel lustrosa tan blanca y firme con el mármol la preciosa simetría de su rostro blanco y las delicadas formas de su cuerpo mostrados por su vestido de lana y sus grandes ojos verdes… la tensión en su cuerpo fue la reacción inmediata a la sorpresa seguido del susto, ella era la Gemela de Maharet, Mekare, tan parecidas una de la otra como dos gotas de agua, como el reflejo del espejo, de inmediato se sereno y con su confortable voz que lo caracterizaba le saludo     

- Buenas noches, Mekare

Ella no respondió, el asumió que aun seguía en su ausentismo, con los ojos vasillos perdidos en la nada, miro a su alrededor pero nadie mas  aparte de ellos estaba en ese parajes, sin mas lo recordaba ella iba donde le llevaran sin protesta alguna, y nunca le dejaban sola, nunca, pero ahora acaso ¿ella se había dirigido por si misma a ese lugar?, ¿podría estar tomando control de su razón? envió un mensaje mental a los que estaban en la casa, pero no recibió respuesta alguna, era extraño ya que el poder de su mente era muy fuerte y la casa estaba muy cerca y había en ella muchos como él igual o mas poderosos, al no recibir respuesta, se inquieto, así que decidió llevársela de allí.

Primero limpio su mente de cualquier temor o inquietud, con pasos lentos y controlados entro en el agua fría y se coloco frente a ella y pudo sentir un delicado y agradable aroma que no supo reconocer, mantuvo la mirada dentro de esos ojos verdes que no denotaban ningún sentimiento solo el reflejo de la luz que la luna aun brindaba, la  tomo de la mano sintiendo que en ella ya no existían ningún tejido blando era tan dura como la piedra pero suave a la vez, espero un momento para poder recibir una señal desaprobación por lo que iba hacer pero no la hubo, llevarla de regreso a la mansión, no podía dejarla en aquel lugar, le tomo la otra mano y dio un paso hacia atrás ella le siguió, eso le relajo, se coloco a su lado y con gentileza la tomo de la cintura sin soltarle la mano derecho y la guío en dirección hacia la mansión, pero no hubo dado tres pasos con la dama cuando el viento suave se convirtió en un vendaval arremolinándose a su alrededor evitando que dieran un paso mas. Marius abrazó a Mekare ocultando su rostro en su pecho tratando se protegerla de aquel viento que les atacaba, se sintió tonto al pensarlo mejor porque iba un viento hacerles daño así que intentó utilizar el don del vuelo, pero de alguna forma no pudo, su cuerpo estaba tan pesado, era como si el agua le aprisionara y un frío se apodero de él tan fuerte que le calaba los huesos, poco a poco el viento se fue calmando hasta quedar todo el silencio cuando dejo de desistir.

El miro a Mekare que seguía tan indiferente a todo lo que estaba pasando y al parecer el frío solo le afectaba a él, espero un rato mas y pudo moverse mas no para adelante sino que al sentido contrario, claramente alguien o algo no quería que se fueran de allí, noto que el eclipse seguía su curso había llegado a su etapa crucial y la luna estaba de un color rojo cobrizo, sin querer soltó a Mekare y esta guiada por una mano invisible regreso al mismo lugar, de pronto sintió la presencia de alguien mas, alguien que le era conocido pero no podía saber quien intento leer o mandar un mensaje telepático pero fue inútil como antes. La mente suspicaz de Marius comenzó a trabajar recordando las palabras de Maharet, espíritus que controlaban el viento, el agua, pero fue distraido de su pensamientos cuando una voz grito a lo lejos.
        
– ¡MEKARE! – era Maharet, que salio  entre las penumbras del bosque, con lagrimas de sangre en sus ojos mortales... corrió hacia ellos entrando en el agua, paso a Marius y abrazando a su hermana con desesperación y entre sollozos le pregunto  
– ¿Que les has hecho?, dime, por favor Mekare, ¿Jessie, Eric?, 
Pero ella no respondió siguió allí tan afable, Marius, que ya podia moverse con libertad se acerco a las mujeres y tomando por los hombros a Maharet que estaba al borde de la histeria llorando sin parar 
– Tranquila Maharet,
– ¡Marius ella, ella los ha lastimado, yo le he permitido!
– Maharet, necesito que te tranquilices, mírala, ella esta tan tranquila como siempre y no hay señales en sus manos o dientes de que halla atacado a alguien... pero algo esta pasando y no creo que sea ella, hace unos instantes sucedió algo que me recordó lo que tu nos contaste, los espíritus... la presencia de espíritus, el viento fuerte, el frío y la luna, todo tiene que ver     
–  ¿Espíritus?, yo ya no puedo verlos.
–  Lo sé, pero tu sabes cosas... lo que he dicho tiene algún significado.

Maharet y Marius fueron interrumpidos ya que ambos  sintieron la presencia de otro, era un bebedor de sangre como ellos pero mucho mas joven a la distancia entre la oscuridad le reconocieron  a Santino, alto y fornido con su cabello negro y sus ojos también del mismo color. Ataviado con su capa negra, esta vez el odio que le tenia Marius hacia él se detuvo, tal vez por una sonrisa que no había visto nunca en él 

– Deja de llorar Maharet – le dijo Santino, pero con una voz extraña, una voz que no era la de él – que tus amados hijos están bien, pero ella sigue dormida en su interior, aunque si tu te atrevieras a despertarla de la forma incorrecta, le haría daño sin querer destruyendo así lo que queda de ella.
– ¿Quién eres?, pregunto con furia Maharet acercándose cuidadosamente a Santino que se quedo parado a la orilla del estanque
– Yo soy, alguien que solo tiene esta única oportunidad para hacerte entender que solo hay una  forma de regresar su conciencia, y es dejándola ir
– No, no puedo, yo la protegeré

Santino río macabramente ante esta afirmación
– No puedes protegerla, porque perdiste el don pero yo si, he estado con ella desde que se separo de ti, cumplí la promesa que le hice esa noche
– Eres un espíritu que alguna vez fue un humano y no puede descansar en paz.

La pelea verbal fue seguida con sumo cuidado por Marius aunque no pensaba intervenir ya que era obvio que Santino era ocupado por un espíritu al que Maharet conocía, o conoció y sabia que sus habilidades ante este tipo de situaciones no era de mucha ayuda....

– Soy mas que eso, me recuerdas entonces, bien, pero eso no tiene importancia, solo espero que sepas el porque estoy aquí, por Mekare
– Si, estoy segura que ustedes han hecho todo esto...
– No exactamente...
– Si ustedes, envidiosos de nosotras de nuestro amor y fuerza, y ella tan frágil, se ha aprovechado de su locura y su necesidad, para hacerse mas fuertes, ustedes ...
– Tu ira es la que habla no tu razón, solo escucha, déjala ir, tu sabes porque, debes hacerlo, tu ya no tienes las habilidades para ayudarla, pero hay otros que si
– No, ella no les necesita, ni a ti ni a nadie,
– Te equivocas, y esa equivocación puede hacerte perderla para siempre
– No le dejaré, tu has hecho todo esto... tu y...
– No me dejas otra opción que veas por tus ojos humanos que tu, ni los tuyos pueden ayudarla
Satino  pronuncio una palabras en una lengua que Marius no entendió pero Maharet con una sorprendente velocidad lo asió por el cuello y tanta fuerza que pudo haberle arrancado la cabeza, Marius por un momento deseo que lo hubiera hecho ya que de una u otra forma él se merecía una muerte horrenda. El viento regreso y se intensifico de tan fuerte que zumbaba furiosamente pero se acumulo alrededor de la ausente Mekare, Marius reaccionando muy rápido llego hasta ella pero el viento seso cuando el la tomo por el brazo la mirada de Ella se cruzo con la suya tal vez reconociendo por primera vez a una persona pero solo fue una fracción de segundo porque de inmediato ella se trastorno su rostro reflejo sufrimiento y desesperación se alejo de él mirando su manos y su cuerpo comenzó a tratar de quitarse algo invisible con tanta desesperación que se estaba haciendo daño a su piel y a su ropa, Marius le tomo de las manos para evitarlo, pero eso pareció empeorar los cosas ya que ella empezó a gemir de dolor, ella lo golpeo en el pecho lanzando varios metros fuera del agua cayendo en un árbol quebrándolo por el impacto...
– BASTA, déjala ya, has que pare esta sufriendo, – Le grito Maharet a Santino y este le replicó...  
– Ayúdala tu, ya que eso es lo que has dicho a ti misma, ayúdala
Llorando con rabia le contesto a grito   
– NO PUEDO, ESO ERA LO QUE QUERIAS ESCUCHAR, NO PUEDO, YA NO PUEDO

Santino o el ser que estaba en su cuerpo se acerco a Mekare que se arrastraba con lentitud en la orilla pero sus dolor no había menguado gimiendo él susurro algo poniendo fin a su dolor se quedo quieta como al principio con suavidad la cargo y la llevo de nuevo al agua ella se  quedo quieta como el agua a su alrededor la dejo flotando pero nuevamente tan abstraída como al principio. Nuevamente Santino se dirigió a Maharet  en una voz suplicante pero siguió contemplando a Mekare.
– Déjala ir por  favor, supimos que  sería un riesgo que tu y los otros deberían correr,  pero si la amas como yo, déjala ir, para que alguien mas fuerte le ayude a salir de su agonía, pero  si decides no hacerlo al menos sepúltala como lo hizo Akasha para que duerma para siempre y no ya sufra más, déjala en sus sus recuerdos cuando era feliz contigo con migo y tu madre.

Marius que se había levantado y sus heridas curado, escuchaba con atención cada palabra salida de aquel ser, que no parecía ningún fantasma, espíritu torturado, furioso o envidioso, sino un hombre que hablaba de amor, quería proteger al ser amado.  Maharet no dijo nada solo miro la luna roja que estaba empezando a perder ese efecto, medito unos instantes y pregunto

– Quien preparo todo esto, ni tu y ningún espíritu que yo haya conocido puede obrar sin nadie que se lo pida – a Santino se le dibujo una pequeña sonrisa en el rostro y acaricio la mejilla de Mekare respondiendo así la pregunta de Maharet. 
– Ella siempre lo supo, y de una forma se preparo para todo esto, ella no quiere existir de esta manera, así que te imploro confía en Mekare como siempre lo has hecho.

Dicho esto el eclipse de luna término su última fase, Santino se desvaneció  cayendo inconsciente en el agua, Marius de inmediato fue cerca de Mekare encontrándola apacible flotando en el agua mirando las estrellas, regreso la vista a Maharet que estaba sentada a la orilla viendo a su hermana que tal vez le había hablado por primera vez en siete mil años para pedirle algo, que virtualmente no le era posible conceder. Marius tomo entre sus brazos el exánime cuerpo de la hechicera y camino hacia Maharet.

En instantes estuvieron rodeados de muchos antiguos y jóvenes bebedores de sangre, que estaban en la casa, inclusive Jessie y Eric llegaron pero todo había terminado. Santino se reincorporo aturdido al grupo. Y Maharet sollozaba silenciosamente a lado de Marius.


Continuara...   

Sigue Leyendo Cap. II

14 comentarios:

  1. Holap me gusto mucho la ilustración de Mekare

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    1. Mekare es uno de los personajes de Crónicas Vampíricas menos mencionados y lleno de misterio es uno de mis favoritos (Primero Marius)

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  2. Holas!! Alexandra

    Cómo te dije en el MSN, ha estado espectacular el capítulo, es una nostalgia leerla después de tanto tiempo, y has mejorado muchisimo, estoy encantada, y como siempre amo a Marius (mi amor!).

    Espero publiques los otros capitulos aquí.

    PD: Si, cambie de Nick...(Otra vez), pero abrí un blog, te lo enseñaré cuando lo terminé.

    Te cuidas!

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    1. jajaj Marius es mio jajaja Gracias a ti por siempre apoyarme!!!

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  3. me fascinan tus ilustraciones!!!!!!

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    1. Muchas Gracias se me da mejor dibujar que escribir pero estoy aprendiendo ;D

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    2. Gracias pondre una Ilustracion por Capitulo y hay un personaje que les guste tratare de dibujarlo ;D

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  4. la verdad no estoy muy relacionada con las historias de vampiros, pero me gusta las descripciones que haces, logro imaginar cada persona físicamente. espero el siguiente capítulo, quiero saber porque la bella Mekare terminó siendo así, ajena a todo y sin poder expresar nada. Fue Santino su gran amor? que la inspiración nunca te abandone para que nos sigas alimentando con tu literatura.

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    1. Gracias Yeni por regalarme su tiempo lo atesorare mucho. No se preocupe pondré el siguiente capitulo la próxima semana. y ustedes son mi inspiración

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  5. Holas!.. de nuevo yo!
    seria estupendo que subieras tu galeria de imagenes.

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