Había pasado ya un mes tan rápido
como un suspiro, esa noche en la cocina Meche, Antonio, Luís, Cristóbal y
Teresa disfrutaban de una reunión muy amena junto con una comida muy sabrosa,
habían hecho de esto, una costumbre desde que llegaron a la Caserona haciéndose muy amigos de la familia Menjivar
- no me lo puedo creer que hayas
viajado tanto
- si mi padre me adopto en mi país y
desde ese momento el me llevo por todos los lugares que puedas imaginar: todos
los países que tuvieran ruinas allí estábamos el era un arqueólogo
- ar que ólo go es guay – dijo Pablo muy
interesado en las aventuras de Cristóbal
- y así fue como conociste a Teresa –
dijo Antonio perspicazmente
- si – dijo el más tímidamente
- ja y al señor Marius y su bella
pareja… - Antes de que Cristóbal hiciera
una aclaración fue interrumpido
- Teresa no es necesario que hagas
eso – le dijo Meche mientras Teresa levantaba los platos de la mesa – yo puedo
recoger la mesa y lavar lo platos sigue con el postre
- no me gusta estar haciendo nada y
ya estoy llena, por favor déjeme ayudarla al menos
- ya has hecho lo suficiente
ayudándome con la cena…
Un sonido sordo provino de la parte
de arriba de la casa todos los presentes guardaron un silencio sepulcral, luego
otro igualmente o mas fuerte del anterior
- vaya el viento – dijo con un aire
cómico Antonio
Cristóbal se había quedado muy
callado con una mirada sombría
- me permiten un momento por favor
–se digirió presuroso hacia el salón principal – no quédate aquí así terminaras
el postre de Meche – le dijo él dulcemente a su esposa cuando ella se dirigió
detrás de sus pasos – no tardare
El subió corriendo las escaleras,
había escuchado claramente la voz de Mekare pidiendo su ayuda, que podría haber pasado estando Marius allí… Cristóbal entro al cuarto de Mekare encontró
las puertas partidas por la mitad se escuchaba el correr del agua en el baño
todos los grifos de agua estaban abiertos a mas no poder escurriéndose el agua
hasta afuera, entro y allí estaba ella
bajo la ducha teniendo en sus brazos alrededor de Marius a quien parecía que le
hubiera pasado un tren por encima.
- no se me ocurrió otra cosa, tubo
una visión que le afecto demasiado, crees que el podría terminar como…
- no diga eso, él es fuerte y la
persona mas emocionalmente estable que haya existido algo como esto no creo que
le afecte además nos tiene a nosotros dos por cualquier cosa, solo significa
que…
- Que significa – preguntó Marius con
una voz un tanto apagada
– que tendrá que dormir en la bañera
por mas tiempo hasta que logre controlar sus visiones
- puedo acostumbrarme – dijo el con una mirada muy picara mientras
descansaba en los brazos tibios de Mekare
Mekare sonrió ante su broma
- Vaya ya se siente mejor – dijo en
tono critico el jovencito
- un tanto mareado, pero bien
- claro que si ya esta bromeando con cosas
como esa… podría decirme que fue lo que vio – pregunto Cristóbal muy curioso
– no estoy seguro no lo recuerdo
bien, solo una angustia que...- llevo sus manos hacia su frente
- esta
bien que no lo recuerdes si te incomodo de tal forma como para que tu temple
tranquilo se desmoronara es mejor que se quede donde esta- le susurro
Mekare a su pensamiento
- pero puede ser algo importante –
dijo Marius
- puede
ser o no ser importante, es mejor para ti no esforzarte o te dolerá mas la
cabeza
- Mekare tiene razón, Marius, no
tiene que esforzarse ahora, si es importante las imágenes vendrán cuando vengan
y ya, será mejor que llame a Antonio para que repare las puertas que ha roto,
haber que le invento, aunque creo que el sacara sus propias conjeturas –dijo el
guiñándoles el ojo se retiro.
- lamento
esto – se disculpo ella
- no tiene porque, es interesante
salir de la monotonía
- no
es monotonía tener una vida tranquila
- si le mortifica esto creo tener una
manera de compensarlo – dijo el riendo seductoramente
- cual
– pregunto ella
- tiene un vestidor lleno porque no
se pone algo diferente a caso ninguno le gusta
- es
eso
- usted acepta el obsequio de los
demás pero no los míos – dijo el con pesadez sintiendo el desgastado vestido debajo
de su espalda – el intento ponerse en pie pero perdió el equilibrio regresando a los brazos protectores de
Mekare
Marius se dio la vuelta y la miro a
los ojos de esas miradas que puedes avergonzar a cualquiera y por primera vez ella bajo la mirada
- Marius no fue mi intención
ofenderte, lo que pasa es que… - un suspiro salio de ella – intente ponerme uno
y se rasgo; luego otro pero no creo que de la manera correcta otros le hacen
demasiadas cosquillas a mi piel y son tantos que no tengo idea cual usar.
Marius río aliviado, conociendo por
primera vez es parte del orgullo de Mekare
- eso era todo
Mekare gruño en respuesta mirándolo enojadamente
El se relajo y después de un par de
minutos se levanto salio y entro al enorme guardarropa que apenas había sido
tocado, encontró los vestigios de unas prendas rotas escondidas y busco entre
otras encontrando un vestido color rojo muy sencillo para su gusto pero pensó
que a ella le gustaría, ella lo miraba un tanto confusa, el le entrego las
prenda junto con otras mas intimas a las que ella se le quedo examinándolas con
un cara de duda
- son otras prendas que usan las
mujeres de esta época… - explico el justo cuando Cristóbal entraba con Antonio
que traía una caja de herramientas
La escena con la que se encontraron
los humanos era más que obvia, una pareja empapada del cabello a los pies, solo
en una habitación uno muy cerca del otro
- Ups, lamentamos interrumpir – dijo
Antonio regresándose con el impulso de un paso – puedo arreglar esto mas tarde
Cristóbal se indigno
- Marius – dijo el con tono seco
y salio disparado
Marius solo río ante los pensamientos
del jovencito
- puede empezar con su trabajo – le indico
a Antonio
- como guste, que vendavales los que
hay aquí – sonando mas para el que para los demás
- Le gusta – le pregunto Marius en un
tono despreocupado
Mientras que ella parecía estar
confundida cada vez mas, Cristóbal regreso
acompañado por Meche quien claramente no sabia que estaba haciendo allí
- Mercedes, podría hacerme un favor –
pregunto Marius- podría ayudar a Mekare a tomar un baño y vestirse
- por su puesto
Ella se acerco a la pelirroja y la
condujo a la habitación del guardarropa donde cerraron las puertas
- contento – dijo marius con una voz
sarcástica, mientras que el aludido solo le dio un a mirada de delito y se fue
Marius sonrió olvidando casi por
completo la angustia de su pecho, el se retiro, cuando estuvo solo en su cuarto
sintió de nuevo esa angustia aunque no pudo recordar lo que había visto en su
visión
Después de arreglarse como solo el
podía lucir tan especialmente elegante, tocaron a su puerta
- pase
- señor – dijo Mercedes mientras
entraba - quiere que le traiga la cena a la habitación
- por favor – dijo el, aunque no la
comería, le era fácil deshacerse de ella dándoselas a los grandes canes que
parecían estar siempre hambrientos
- llego esta carta para usted – dijo
ella
-déjala sobre la mesa –contesto el
- señor – dijo ella una duda hizo que
se detuviera
Marius pudo notar algo en ella
- pudo convencerla de ponerse toda la
ropa – dijo el en tono dulce
- si me costo un poco pero si, aunque
se negó rotundamente a ponerse algún tipo de zapato
Marius río ante tal afirmación
- me gustaría que usted me ayudara
con Mekare explicándole cosas de esa índole en el futuro
- por su puesto señor, ella es una
persona encantadora…
- pero – dijo el sintiendo su
preocupación
- ella, debería llevarla a un lugar
donde puedan ayudarla… cuando alguien ha sido maltratado de esa forma necesita
ayuda profesional
Marius pudo ver en sus pensamientos
como a través de sus ojos la piel marcada de Mekare en su espalda
- tienes razón Mercedes no es de tu
incumbencia, gracias por su preocupación.
Mientras Mercedes salía Marius leyó
la carta una sonrisa de satisfacción salio de su rostro, tenia que encontrarla
para darle la buena noticia, después de ver en sus pensamientos sabia que esto podría
hacerla feliz.
Marius por fin la encontró en el
lugar mas obvio de la mansión, en el jardín, estaba cerca de la fuente tendida
sobre la hierva ella vestía el traje rojo de una sola pieza que se amoldaba
perfectamente a las formas de su cuerpo llegando sus rodillas no podía no
evitar notar que se le veía muy bien, aunque no llevara zapatos
Mekare se irguió y sonrió extrañada y
como si hubiera leído sus pensamientos
- pero
si ya me vestiste que mas quieres… - le dijo a su mente - porque no me pondré zapatos a menos que
tenga que salir a un lugar especial y yo no tengo intención de ir a ningún
lugar especial, me gusta mucho al que me trajiste.
- su cabello aun esta… desordenado
- y…
- puedo arreglárselo, si Maharet
llegase y le viera así, que pensara que de mi, que no la cuido como se debe
Mekare río en silencio
- dirá
que yo soy, quien soy, ella sabe que nunca me gusto arreglarme mucho, era ella
o mi madre quien peinaba mi cabello cuando yo se los permitía y no era una
experiencia agradable para mi – dijo ella levantando los mechones de su
larga cabellera que resplandecían como fuego a la luz de la luna, miro a los
ojos azules de Marius tranquilos y apacibles, como siempre – además tardarías una eternidad…- en ese
momento supo que sin importar lo que ella dijera el tendría en su mente esa
idea, porque debajo de las tranquilas aguas
el es muy tenaz
- haz
lo que quieras – termino ella con una sensación de resignación, volviendo a
tenderse sobre la hierva, él con una sonrisa de triunfo se sentó en el suelo y
con delicadeza comenzó a desenredar con sus dedos uno a uno mechones del largo
cabello rojo para luego rizarlos
- si quieres decirme algo dímelo –
dijo ella mientras veía el cielo estrellado
- pensé que no leería más mis
pensamientos – comento
- no es necesario, esa tranquilidad
tuya, te hace ser un hombre transparente, eso me gusta de ti, así que, ¿que
querías decirme?
- su hermana Maharet vendrá de visita
– dijo el espontáneamente
Ella se alejo intempestivamente de el,
comenzó a temblar y algo en ella pareció romperse: sus ojos se abrieron como
platos y su respiración pareció agitada y corazón comenzó a latir tan rápido
mientras su cabeza se sacudía con un rotundo no
Marius se acerco a ella mas rápido de
lo que debió. Pero fue rechazado con un gruñido desde el fondo de su pecho dejando
al descubierto un colmillos él se quedo quieto al mirar esos ojos verdes
volverse negros de ira.
*___________*
- como esta Mekare – pregunto Marius a
Cristóbal cuando salía de la habitación de ella
- usted me tiene que decir que fue lo
que paso porque estaba tan bien y no me quiere dejar ver que es lo que le molesta
por eso no puedo ayudarla, ¡es tan frustrante!
- exclamo con infortunio el chico mientras se rascaba la cabeza
- es mi culpa – dijo secamente Marius
mirando a los ojos del chico
- no lo diga de esa manera – lo reprendió
él - suena como Drevon, el me dijo que usted le había dicho algo, pero debe
pensar que Mekare es tan frágil hasta la
mas mínima causa la haría entrar en uno de sus ataques, y recuerde que la única
emoción que puede exteriorizar en este momento es la ira, así que no se preocupe, estamos aquí para
ayudarla a soportarlos no para evitárselos;
así que si usted sabe que pudo haberla afectado por favor entre y haga
los que mejor hace, charle con ella, yo estaré aquí afuera por si algo sucede,
eso si, guarde la compostura
Marius sonrió ante esta petición, así
que entro, las luces estaban apagadas pero esto no era impedimento para sus
ojos sobrenaturales pudieran ver con suma claridad que la brisa de la noche tropical recorría la
habitación haciendo que las cortinas se movieran, mientras un sonido peculiar
semejante al rascar una superficie se escuchaba, ella se encontraba en el techo
la habitación arrodillada, escribiendo con sus brillantes uñas de diamante en el techo de madera, no pareció
percatarse de su presencia.
Marius siempre había sido hábil con
las palabras desde que el había aprendido a hablar valiéndose de este don para
hacerse camino en la vida y obtener de esta lo que había querido, hasta
reconocía que muchas veces había sido su ruina, pero en este momento solo se le
ocurría poder decir una sola.
Ella se detuvo por un instante al
escuchar su voz, pero siguió haciendo más inscripciones
No pudo evitar sentirse molesto,
aunque no entendía porque
- arreglaré esto – dijo – le diré que no venga
Pensó en salir de la habitación pero
antes de que pudiera tocar el pomo la puerta ella se interponía en su camino
mirando al piso. Eran tan veloz como los pensamientos que emanaban de ella, el
dudo un momento, le quito el cabello que el cubría el rostro su ojos verdes le
miraban tristes
- quiere verla – pregunto y ella asintió
con tristeza mientras se deslizaba hasta el suelo escondiendo su rostro detrás
de sus rodillas
El se sentó a su lado y la acuno en
sus brazos
*___________*
En medio de la muchedumbre era casi
imposible encontrar a una persona en una ciudad tan grande, pero, para un hijo
del milenio encontrar a otro, es fácil, Maharet estaba sentada sola en una
cafetería con una tasa de café caliente frente a ella, lucia tan bella y
elegante como siempre en un vestido color verde oscuro, llevaba el pelo
recogido, mientras caminaba hacia ella no pudo evitar el eco de las palabras
que le había dado Mekare en sus pensamientos mientras el la abrazaba.
- quiero verla… necesito verla;
decirle tantas cosas… mirarla y abrazarla pero yo ¿que podría ofrecerle a ella
ahora?...
- ella solo la quiere a usted, su
hermana – había dicho el torpemente
Una sonrisa sarcástica se escapo mientras
sus ojos se volvían completamente negros
- Buenas Tardes Maharet – le saludo él
con cortesía obligándose a salir de sus pensamientos por la proximidad de
Maharet
- Buenas tardes – contesto ella con
una sonrisa amplia mientras le indicaba que se sentara - Por un momento pensé
que no vendrías
Que tan cerca de la verdad estaba
- no me aventuraría a dejar plantada
a tan bella dama…
- nos vamos entonces
- tenemos que hablar Maharet – dijo
el
- Ella no quiere verme – dijo ella
con un nota de angustia en su voz - me di vencida muy pronto, debí de buscarla
con mas ahínco.
- Por favor, no piense eso de ella –
le contravino – ya que ese no es el caso, debe de saber que durante el tiempo
que han estado alejadas, lo único claro en su mente ha sido usted y esa
persona, ella sabe por lo que usted ha pasado… - Maharet lo miro con esos ojos mortales
que morían en las cuencas de sus ojos –ella esta enferma y en este momento un encuentro con usted puede ser que no resulte como
lo ha imaginado, ella tiene miedo que pueda lastimarla, al igual que lo que
sucedió con Mael
- si el me lo dijo… ella intento…
pero Mael causa a veces una fuerte impresión, tu lo conoces mejor que yo, es
muy voluble, el hizo algo que debió de haberla molestado
- creo que debo contarle ciertas
cosas de su hermana para que entienda porque ella teme ella un encuentro con
usted, pero por favor escúcheme con atención y no la juzgue tan rápido… no era
intención de Mekare lastimar a Mael si no devorarlo – Maharet reacciono
nerviosamente ante tal afirmación mientras que Marius continuo – por le hecho
de haber invadido su territorio sin permiso… de debe entender Maharet, que ella
es diferente de nosotros…
- que quieres decir – dijo ella con
un tono fuerte -
- ella es un kresnick, un devorador
de monstruos
Una sonrisa nerviosa salió de su
garganta
- estas diciendo que ella es un
caníbal, que devora a los suyos, Vampiros…
- Si – contesto el con calma – debido
a las situaciones por las que ha pasado, han hecho de ella un ser disímil a
nosotros
- Pero como es ¡posible! ¿Cuándo
paso?
- el momento no lo se con certeza,
pero, lo que si se, que cada encuentro con uno de los nuestros ha terminado en
una violencia sin sentido sumado a la vez que en su vida los humanos han sido muy cercanos, ella
los defendía con perseverancia de las criaturas que les atacaban de alguna
manera ella prefirió ser una devoradora de monstruos que de humanos,
- también puedo decirle que no se
pierde un solo amanecer, que en su mirada siempre hay una nota de tristeza, que
tiene una habilidad infinita de control, y que siempre su curiosidad la ha
llevado por caminos inhóspitos, que tiene un sentido del humor negro y a veces
cruel, se llena de paz al estar rodeada
de humanos, pero no piense mal de ella, pues ella aun en su estado dio una
advertencia a Mael al entrar en su territorio pero él la ignoro y como reacción
natural ella lo asimilo como una presa y
sin sus facultades completas no pudo contenerse.
Marius dio uno minutos de reflexión a
Maharet que parecía estar confrontando la situación de su hermana, fue ella
quien rompió el silencio entre los dos
- con facultades a que te refieres –
dijo ella un tanto mas tranquila que antes
- Las circunstancias por la que Mekare
esta pasando difieren con lo que usted ya conoce, pues sus habilidades son
extraordinarias y están conectadas directamente con cada una de sus emociones y
estas al separarse de su ser estas quedaron desconectadas por lo menos hasta
que esas habilidades regresen
- cual son las emociones que ella
tiene en este momento
- solo telepatía... y expresa ira
cuando se estimula… por eso Mekare esta preocupada por lo que pueda pasar si
esa emoción salen de control con usted cerca
- pero tu has estado con ella
- Creo que usted sabe mejor que
nadie, el porque ella se ha detenido en ultimo momento de hacerme daño, usted
contaba con ello cuando me pidió que cuidara de ella
Una pequeña sonrisa adorno su rostro
de mármol
- tengo que disculparme contigo por
eso
- No, no lo haga, el hecho que me
parezca tanto a él, me ha conseguido su amistad
- Si te pareces tanto a el, aunque
son totalmente opuestos, el era… es… - se corrigió - un bruto sin cerebro
- algo he oído de eso
- ¿el siempre ha estado con ella? –
Pregunto ella
- eso creo
- Como un fantasma… “por siempre…”
cuando el hizo la promesa esa noche nunca imagine que pudiera ser real, aunque
aun no se como lo hizo es imposible…
- Te refieres ala promesa que él
menciono utilizando el cuerpo de Santino
- Si, Mekare siempre me escondía sus
verdaderos sentimientos porque creía que iba a lastimarme, ella siempre mostró
enojo e ira hacia el, pero era amor, mi madre siempre lo supo, creo, porque nunca
supe que ella estaba enamorada de el hasta ese día que los vi uno junto la
otro, es que ella siempre tiene una sonrisa en su rostro para las personas que
le rodeaban aun si alguna estaba triste respondía a su encanto, porque ella es
“irresistible”
Sus palabras contrastaron con los
pensamientos de Mekare en la mente de Marius
- ese es el problema la Mekare que cuidaba de ella,
la que recuerda y ama dejo de existir hace mucho tiempo, solo queda esta
criatura cruel, que podría lastimarla sin la mas mínima provocación.
- porque no le da la oportunidad a
ella y a usted misma, estoy seguro que ella la querrá tal cual es sin importar
lo que haya pasado porque ella le ama y estoy seguro que no lo usted no le hará
daño.
- tu dándome consejos a mi… -
Marius supo de inmediato a lo que
ella se refería, que los seres a quien el amaba estaba a su alcance pero le era
imposible estar con ellos, eso hizo que se enojara. Pero se controlo
- usted dijo que éramos un par de
tontos con lo que estoy de acuerdo y los humanos tienen el dicho “que es mas
fácil arreglar los problemas de los demás que los propios” así que pensé en
ayudarla propiciando un encuentro con Maharet.
- lo mío es diferente – le dijo ella
- no lo creo
- si lo es, tu único padecer es el
detener de vez en cuando esa lengua que hiere como espada cuando estas enfadado
mientras que yo…
Un suspiro salio de Marius
- los otros inmortales me conocen
como el mas sabio, por lo que me aventuro a decir que tal vez tenga miedo pero
no de lo que esta diciendo
- tengo miedo que ella lo sepa
- saber que
- que la persona que era su hermana
ya no existe que solo quedo yo
- ella también a cambiado pero
siempre esta en sus pensamientos no cree que ella…
- ella no me necesita, ya no soy la
que fui, me eh convertido en una… es que la amo demasiado y preferiría morir
antes de que me viera tal y como soy, no podría soportarlo, todos menos ella…
- PUEDE DEJAR DE PONER EXCUSAS – le
grito él
Ella se le quedo mirando mientras sus
ojos negros volvían a ser verdes por el desconcierto mientras Marius sofocado se
quito la chaqueta roja abrió los botones de su camisa dejando al descubierto su
dorso de mármol
- Se que es difícil – dijo el aun
airado - tendrá muchas emociones contrastadas cuando la vea después de tanto
tiempo, pero no puede huir de un rechazo que estoy completamente seguro que no
pasara, y si es un ataque de ira lo que le preocupa, tome mi sangre, ya le ha
funcionado antes, Cristóbal la tranquilizara después, ambos estaremos con usted
y no dejaremos que nada malo pase ya ha confiado en mi una vez, por favor
vuelva hacerlo…
Ella sonrió dulcemente acercándose a
él
- casi nadie me había ganado en una
discusión
- lo imagino
- Prometes
no dejarme hacerle algo malo a ella
- lo prometo
Ella cerro sus ojos y presiono sus ardientes
labios contra la piel de su cuello, Marius no puedo evitar sentir de nuevo esa
sensación que le provocaba al estar cerca de ella, deseo abrasarla, pero no lo
hizo sin embargo era placentero el ajustar su corazón al ritmo del de ella.
Sin querer en su mente regresaron imágenes
conocidas… el calor, la luz cegadora del sol, una habitación blanca, el
flotando en lo alto solo vistiendo un pantalón blanco, un enorme lienzo en el
un ángel con alas de luz que inundaba todo a su alrededor inclusive su cuerpo
casi desnudo envolviéndose con ellas, ella la criatura de cabellos rojos que
yacían esparcidos como hondas interminables sobre el lecho y su cuerpo, pero su rostro fino y delicado
no había sido terminado mientras en su mano el pincel goteaba
Sabia el donde mirar pero esta vez estaría
ella allí… o despertaría, el lienzo obedeció a sus deseos y se movió dejando
que su vista viera la verdadera criatura que había podido captar sus manos ella
estaba dormida en una enorme lecho y frente a ella una puerta abierta dejando
entrar la luz del sol besaba su delicada y blanca piel descubierta haciéndola
brillar, el pudo ver que de ella se desprendía miles de lucecitas
una conectada con otra que la inundaban como alas enormes que se desprendían de
su ser.
Sus ojos de jade se abrieron, le miro
allí en los alto contemplándola como un tonto, como si nunca antes la hubiera
visto, ella le regalo una hermosa sonrisa a la que el respondió dejando que sus
ojos verdes entraran en su corazón y le llamaran con su voz por su nombre…
Ella abrió sus alas invitándolo a
abrigarse con ellas; el dejó atrás el lienzo sin vida y soltando el inútil
pincel se dejo caer sabiendo que el amarla era una necesidad para su piel que ardía por tocarla, la
cubrió de besos sintiéndose aliviado el frenesí de su corazón con cada uno, hasta
alcázar los sus labios donde ella respondían con fiereza en ardientes
besos…
Poco
a poco a poco su visión volvió, ella estaba a casi dos metros de distancia de
él en el remarco de la puerta observando el cielo estrellado
- ¿Mekare…?
Ella
volteo su rostro sus ojos verdes tranquilos, esbozo una media sonrisa funesta y
esquinada… el nunca se la había visto…
-
Se te hace tarde… podrías ir por mi hermana… a ella le gusta la puntualidad.
Fin
Cap. 8
Continuará